Tras la aparición de la pandemia de Covid-19, se aceleró la digitalización de nuestras vidas, se propiciaron nuevas formas de trabajar y estudiar, así como de relacionarse.
Todo esto fue muy positivo por un lado y, además, significó una respuesta ante un evento que tomó por sorpresa a todos. Pero también implicó la exposición a peligros que ya existían y encontraron más vulnerabilidades en medio de la confusión y los reacomodos improvisados para atender la crisis.
En tal sentido, las aseguradoras entraron en escena y contribuyeron a minimizar los riesgos en materia de ciberseguridad.
El panorama ha cambiado mucho en muy poco tiempo y creer que el delito cibernético es solo cosa de los piratas informáticos quedó en el pasado.
Así por ejemplo, un trabajo del diario El País nos recuerda que la cadena de hoteles Marriott descubrió un ataque que afectó hasta 500 millones de sus registros y que en Singapur también se sufrió un ataque que expuso 1,5 millones de archivos sobre la salud.
Otro caso fue un ataque al Banco de España que bloqueó los servicios y llevó al colapso de sus sistemas con la denegación de servicio vía web y también en el Reino Unido fue puesto en vilo el sistema de salud gracias a un ataque de ransomware.
Estos peligros pueden ser mejor encarados con el apoyo del sector de los seguros, debido a que esta industria se especializa precisamente en los riesgos y busca minimizarlos, a través de productos que proporcionan una mayor protección cibernética aumentan la conciencia sobre los riesgos.
La protección informática se ha convertido en una preocupación común con el desarrollo de nuevas actividades a través de las redes e internet.
De acuerdo a un estudio sobre ciberseguridad, realizado por la Asociación de Internet MX, la seguridad en la red es una preocupación para 92% de los usuarios en México.
Los usuarios temen la suplantación de su identidad, el fraude o pérdidas financieras, la pérdida de información o ser víctimas de phishing.
Por tal razón, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, por ejemplo, precisa que existen seguros especializados para proteger a personas físicas y jurídicas contra eventos de ciberseguridad.
Estos seguros proporcionan indemnizaciones en caso de que el riesgo se materialice y cuentan con servicios de asistencia al asegurado en informática, sobre temas de legislación e imagen corporativa.
Algunas aseguradoras ofrecen coberturas contra la extorsión cibernética y amplian la protección a posibles interrupciones de actividades.
La firma de seguridad informática McAfee estima el impacto de los ataques informáticos en unos 3.000 millones de dólares al año, lo que quiere decir que se trata de un importante riesgo a cubrir y a atender.
El aseguramiento informático es, pues, tanto para los usuarios como para las empresas del sector, un importante segmento de la actividad aseguradora para garantizar el funcionamiento de buena parte de la economía mundial hoy en día.