La confusión sobre el funcionamiento del mundo de los seguros ha hecho que mucha gente los ignore y no esté protegida, sobre todo personas que han caído en la trampa de creer en falsas ‘leyendas urbanas’ sobre el mismo
DAT.- Entre la población general existe mucha desinformación sobre cómo funcionan los contratos de seguros, lo cual genera que bastantes personas no cuenten con la protección necesaria frente a un evento inesperado pues, de manera errónea, los ven como un mundo complejo, perdiéndose en un mar de términos, precios, tipos de cobertura y demás.
Explica Hjalmar Jesús Gibelli Gómez que los seguros son contratos mediante los cuales se comprometen al pago de una prima, a una entidad aseguradora, en el caso de que se produzca un siniestro cubierto por dicho contrato, con el objetivo de realizar una indemnización por el daño producido o a satisfacer un capital, renta u otra prestación convenida. Esto es muy fácil de entender.
No obstante, los mitos que se cuentan alrededor de este simple concepto son muchos, y a continuación te mostramos los 5 más frecuentes:
- Son costosos y las aseguradoras se enriquecen a costa de esto: Cierto es que la siniestralidad que existe en pólizas de seguros de automóviles y de gastos médicos mayores es muy alta. También que son los productos más vendidos. Ahora bien, el costo del seguro es una relación entre la prima y la cobertura que se ofrece, además, se debe tener en cuenta la relación que existe entre costo-beneficio, y no la prima de manera independiente, fijándose únicamente en el precio. Conseguir un contrato de seguro a un precio más económico crea una situación vulnerable al asegurado, en caso de que algo grave le suceda.
- Aseguradoras dan 30 días de gracia para pagar la prima: Este plazo se estipula mediante consenso dentro del contrato por las partes, y se toma en cuenta desde 3 hasta 30 días a partir del inicio de vigencia de este. Este plazo se aplica cuando se paga la prima de forma anual, cuando el pago es diferido se toma en cuenta el cobro de la primera cuota. Al no realizar el pago a tiempo, la cobertura deja de ser válida de manera automática, perdiendo la protección de la póliza.
- El color del auto afecta al precio del seguro: Esto es falso. Es un factor que no afecta en nada con el valor de la prima. Las características que sí importan son el tipo y valor del vehículo, el motor y el año de fabricación.
- Todos los seguros son más o menos iguales: Cada seguro es diferente, y cumple con una función específica. De ahí la necesidad de explicar con detalle lo que se quiere asegurar para que el asesor correspondiente sepa direccionar a una póliza que cumpla con los requerimientos.
- Es un gasto innecesario: Quizás sea este el más grande mito de todos, y carece de veracidad puesto que un seguro nunca será un gasto innecesario o dinero perdido. Se trata de una inversión y una forma de proteger sus bienes o su salud, en el caso de que pasara si desafortunadamente es víctima de una agresión o de un desastre natural y no tiene una forma de reponer esa pérdida.
Hjalmar Jesús Gibelli Gómez: Y hay más…
Los cinco mitos antes mencionados quizás sean los más repetidos, pero lamentablemente no son los únicos. De hecho hay uno muy frecuente que es la creencia de que la gente joven y saludable no necesita asegurarse, lo cual, por supuesto, no es garantía de nada.
Otro es que muchos creen que cuando una empresa los incluye en una póliza colectiva pues con eso es suficiente… y no. Los seguros laborales grupales solo cubren el tiempo que se trabaja en la compañía, y sus coberturas suelen ser muy limitadas.
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Y hablando de coberturas, abundan las personas que piensan que los seguros, sean del tipo que sean, protegen de absolutamente todo. De nuevo, siempre hay que fijarse en el tipo de póliza que se necesita y que se contrata, y leer la letra pequeña del contrato para saber de qué trata.
¿Más? Pues sí: Muchos creen que con sus ahorros les vale para estar preparados para cualquier eventualidad, otros que sus hijos adultos ya podrán responder por ellos, o solteros que piensan que simplemente por serlo no tienen ninguna necesidad de pólizas.
(Con información de Hjalmar Jesús Gibelli Gómez)