Luis Alberto Pérez González - Hábitos financieros ¡Incentiva en tus hijos el uso correcto del dinero! - FOTO


DAT.- La infancia es una etapa importante donde se puede absorber mucha información y adoptar hábitos sanos que pueden hacer una diferencia en el futuro. Cuando hablamos de educación financiera, una excelente forma de preocuparte por esto es enseñar a los más jóvenes, desde temprana edad, cómo lidiar con esto. De esta manera, tendrán en cuenta aspectos importantes a tiempo, como que las cosas no son gratuitas, e incluso que es importante ahorrar para su retiro.

A continuación, Luis Alberto Pérez González comparte algunos tips que puedes aplicar en tu hijo, dependiendo de su edad y posibilidades, para que pueda familiarizarse con aspectos básicos y algunas herramientas para involucrarlo en ciertas actividades que le permitan aprender y hacer consciencia sobre el buen uso del dinero.

De 5 a 9 años

  • Hazlo consciente de la función del dinero: Procura mencionar cuestiones relacionadas con dinero en el día a día que le permitan familiarizarse. Pueden ser cosas sencillas, como “No llevé suficiente dinero a la tienda para comprar todo lo que me gusta”, por mencionar un ejemplo. Lo importante es que vaya comprendiendo lo que es el dinero y su función, de tal manera que tenga presente que es un factor por tomar en cuenta para muchas cosas.
  • Sugiérele diferentes formas de gastar: Explícale que el dinero que recibe como domingo o el que le das para la escuela puede tener más usos, por ejemplo, ahorrar una parte para que compre un juguete que quiera. De esta manera, comenzará a asimilar la idea de que está en control de una cantidad de dinero y que dependiendo de cómo lo use, obtendrá diferentes resultados.
  • Regálale una alcancía: Esta es una forma muy práctica de que se familiarice con el dinero: podrá ahorrar de forma sencilla y tendrá control sobre el dinero que mete y saca. Tener una alcancía permite a los niños aprender conceptos básicos sobre finanzas: paciencia para ahorrar, planificación de metas, e incluso el valor del dinero. Este puede ser un buen entrenamiento para que experimente lo que se siente tener dinero y elegir en qué gastarlo.

De 9 a 11 años

  • Explícale con ejemplos prácticos: Una excelente forma de que comprenda qué pasa cuando se gasta el dinero, es con juegos: puedes utilizar fichas de diferentes colores, y asignarle un valor ficticio a cada una. Coloca precios ficticios en objetos y explícales cómo debe usar las fichas para obtenerlos. Mientras lo haces, enséñale algunos ejemplos. Conforme se adapte a este ejercicio, explícale que eso también se aplica en el mundo real, a diferencia de que las fichas de colores no llegan por sí solas, sino que se obtienen a partir de un empleo. Incentívalo a que haga algunas tareas del hogar, según sus capacidades, y dale a cambio una cantidad de dinero: de esta manera será más fácil que se adapte a desarrollar ciertos hábitos, como la disciplina y el esfuerzo.
  • Estimula su creatividad financiera: Promueve formas en que puede obtener dinero para algo que desee. Sugiérele ejemplos factibles, desde hacer tareas del hogar, una venta de sus juguetes que ya no quiera, pasear perros en el vecindario, hasta cosas más elaboradas, como manualidades o postres que puedes ayudarle a preparar. Lo importante es involucrarlo en una actividad donde aprenda de primera mano lo que implica ganar dinero y pensar en formas de ganarlo y usarlo con inteligencia.

De 11 a 13 años

  • Haz transacciones frente a él y explícalas: Aprovecha un día en que tengas que hacer compras y explícale por qué decides llevar un producto en vez de otro y qué beneficios tiene elegir con cuidado lo que comprarás. Muéstrale tu presupuesto y lo que haces para asegurarte que el total no excederá a la cantidad de dinero que tienes. Puedes apoyar esto con otro ejercicio: en casa, muéstrale un ejemplo del tipo de gastos habituales que tienes, no importa si usas una cantidad simbólica. Muéstrale cómo separas tu dinero: si tú ahorras, será más fácil que tu hijo o hija adquiera ese hábito, pues crecerá con el ejemplo de sus beneficios.

De 13 años en adelante

  • Incentívalo a tener hábitos de prevención financiera: Además de ahorrar, muéstrale a tu hijo los pros de hábitos como elegir qué gastos son más importantes y por qué vale la pena tomar la decisión correcta en vez de lamentarlo en el futuro. Ayúdalo a comprender que todo tiene una consecuencia: no prepararse, no hacer un presupuesto, gastar dinero que no se tiene, o hacer compras impulsivas pueden tener consecuencias que se pueden evitar.
  • Compártele tips financieros: De forma casual, explícale por qué ciertas decisiones son más inteligentes que otras. Puedes usar ejemplos prácticos, como las cosas que no compras para usarlo en gastos más urgentes, como pagar un seguro médico, o ahorrar para emergencias. Familiarízalo con la idea de que, entre más conscientes y activos sean con sus finanzas en su día a día, será más fácil que tengan control sobre muchas cosas y disfruten los resultados, como vivir unas vacaciones y todo lo que eso implica.
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Finalmente, lo que importa es integrar esto en el día a día de forma práctica y sencilla: de esta manera lo sentirá natural y será más fácil que lo replique conforme vaya creciendo. Estos son sólo algunos ejemplos: seguramente sobre la marcha encontrarás más oportunidades de reforzar esta cultura financiera, y con ello pasar tiempo de calidad con tu hijo. Tal vez en el momento no se dará cuenta de lo valioso que puede ser todo esto, pero ten por seguro que en algún punto de su vida lo valorará y te lo agradecerá.

(Con información de Luis Alberto Pérez González)



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