La erupción volcánica vivida en la isla de La Palma en septiembre de 2021 fue un acontecimiento que marcó profundamente a la sociedad canaria. Prueba de ello, las familias que perdieron su hogar mientras la lava se apoderaba de lo que antaño fue suyo. Prueba de ello es, también, esta película dirigida por David Pantaleón y José Víctor Fuentes.
Sinopsis
El 19 de septiembre de 2021, después de 50 años, un nuevo volcán emergió en la isla de La Palma. Durante los meses que duró el fenómeno, un grupo de amigos de la infancia compartió mensajes de audio en un chat común; una crónica cotidiana del asombro y la tragedia, lejos del relato mediático. UN VOLCÁN HABITADO es un retrato colectivo sobre la amistad y la fortaleza de los pobladores de una tierra, que cada cierto tiempo conviven con el poder hipnótico y devastador de la naturaleza.
Crítica de Un volcán habitado
Un volcán habitado es una experiencia arrolladora en lo visual y lo sonoro, algo que no debería sorprender teniendo en cuenta la magnitud del evento del que aquí se habla. No es una película con un hilo narrativo firme, sino más bien difuso, basado en conversaciones de los propios palmeros que presencian con una mezcla de ira y admiración el vigor de la Madre Naturaleza. Esta combinación entre imágenes poderosas y reacciones sobrecogedoras logra que el espectador más familiarizado con este suceso de nuestra historia reciente consiga conmoverse e impactarse a partes iguales.
Desconozco si una audiencia menos familiarizada con la erupción del volcán de La Palma será capaz de empatizar con la película, pues pese a ser una experiencia de visionado poética y reflexiva -y aunque dura poco más de una hora-, comprendería aquellas opiniones que puedan etiquetarla de monótona y, quizá, algo redundante.
A mis ojos, Un volcán habitado no es solo un homenaje a todos los afectados por esta tragedia; sino un recordatorio de la bondad que tanto caracteriza a los canarios y de cómo los momentos más críticos nos convierten en resilientes.