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Alfa Pictures estrena en salas de cine Shin Chan: El Superhéroe, una nueva y sorprendente cinta protagonizada por un peculiar personaje que formó parte de la infancia de mucho.
En ella, Shin Chan está jugando en casa cuando una misteriosa luz cae del cielo y se precipita sobre él, concediéndole extraños superpoderes sin que él lo sepa. Al mismo tiempo, una luz oscura alcanza a un chico algo gafe con el que se había encontrado Hiroshi en la calle.
Dos enviados del Comité Internacional de Poderes Psíquicos de Saitama explican a los Nohara que la luz blanca ha convertido a su hijo en el elegido del que habla una antigua profecía y que deberá enfrentarse al supervillano que se creó con la luz oscura.
Mientras una misteriosa organización recluta al supervillano, Shin Chan tendrá que aprender a controlar sus poderes para hacer frente a una amenaza que podría destruir el mundo entero. ¿Logrará salir victorioso?
Shin Chan: El Superhéroe es la primera película de la serie de anime Shin Chan hecha con animación 3D CGI.
Crítica
Shin Chan: El Superhéroe (2023) es, sin duda, un experimento curioso dentro del universo de Shinnosuke Nohara. Para empezar, lo más obvio: la animación en 3D CGI. Sí, has leído bien, ¡Shin Chan en 3D! Y contra todo pronóstico, no le sienta nada mal. La estética es más moderna, brillante y pulida, algo que probablemente atraerá a las nuevas generaciones que ya están más acostumbradas a este estilo visual. Al principio puede chocar, porque estamos acostumbrados al trazo desordenado y simple de la serie clásica, pero una vez que te metes en la historia, te olvidas de eso y simplemente disfrutas del espectáculo visual.
Ahora bien, la trama… bueno, es una mezcla de todo lo que ya conocemos, pero con un toque de ciencia ficción y superpoderes. De la nada, Shin Chan se convierte en el «elegido» gracias a una luz blanca que le otorga habilidades especiales, aunque él ni se entera. Por supuesto, el destino del mundo recae en sus manos, porque también hay una luz oscura que crea a su némesis. Todo muy de profecía épica, pero con ese humor absurdo y descarado que caracteriza al personaje. ¿Hace falta tomarse la historia en serio? Para nada. Aquí hay peleas, robots gigantes, y como siempre, Shin Chan metiendo la pata a cada paso.
Lo mejor es que el humor sigue intacto, aunque no deja de ser ese tipo de comedia japonesa que algunos en Occidente verán como inapropiado. Chistes sobre el «monstruo del culo», tonterías machistas y un Shin Chan que sigue siendo el peor modelo de niño para educar. Pero, seamos sinceros, si has venido a ver esta peli, ya sabes lo que te espera. Esto no es una clase de moralidad, es una película de Shin Chan y su locura sin filtro.
El clímax de la peli es, en mi opinión, lo que más destaca. Después de un buen rato de bromas y caos, la historia gira hacia la acción más pura y dura. Hay momentos en el tramo final que realmente sorprenden, con escenas bastante espectaculares para lo que podrías esperar de una película de este tipo. Aunque, hay que decirlo, algunas secuencias se sienten algo estiradas y podrían haber sido un poco más ágiles, pero nada que arruine la experiencia.
En definitiva, Shin Chan: El Superhéroe es una película divertida, sin pretensiones, que respeta el espíritu de la serie mientras experimenta con nuevas formas de presentarla. Para los más fans, es un regalo con momentos épicos y para los que vengan por primera vez, al menos, tendrán robots gigantes.