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Valoración

David Suárez ha decidido hacer lo que mejor se le da: reírse del circo mediático, de la cultura de la cancelación y, en el proceso, de sí mismo. Porque, a ver, ¿cómo no íbamos a tener una película sobre ello? A nadie le importas, de Cristina Galán y el propio David, es una comedia que juega a ser biopic, que se ríe de la hipocresía de la industria y que, sobre todo, funciona como una especie de redención a través del humor.

  • Fecha de estreno: Próximamente
  • Género: Comedia
  • País: España
  • Año: 2025
  • Duración: 83 min
  • Dirección: Cristina Galán, David Suárez
  • Reparto: David Suárez, Santi Alverú, Thais Curiá, Sergio Bezos, Dani Mateo, Chico Requena, Carlos Seguí, Ernesto Sevilla, Santiago Segura, Nacho Vigalondo, Carlos Areces, Dani Rovira, Macarena Gómez, Lucía Veiga, Úrsula Addams, Elena González, Juan Francisco Miguel, Lucía Piqueras

El argumento de A nadie le importas gira en torno a David (David Suárez), un cómico obsesionado con ser famoso, que es elegido para presentar uno de los programas de entretenimiento de más éxito de su país. Pero una polémica en redes sociales causa su despido inmediato. El joven cómico deberá recuperar su trabajo mientras trata de entenderse a sí mismo y averiguar qué es lo que quiere de verdad. Durante el proceso, David, siempre apoyado en empalagosos y manidos eslóganes de motivación y autoayuda para conseguir el éxito, se mostrará egocéntrico, infantil y mentiroso. David encarna la frustración y victimismo propio de la generación milenial.

Se trata de una comedia diferente que encuentra el humor en lugares que no son muy comunes en el cine español. Es una película con un espíritu singular, personalísimo, que refleja la realidad del entretenimiento y del momento que vivimos, con un estilo único y directo poco habitual en nuestra cinematografía.


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Crítica ‘A nadie le importas’, de Cristina Galán y David Suárez

Si creciste con Vincent Finch, esta película es prácticamente una secuela espiritual. Esa misma energía irreverente, ese mismo desprecio absoluto por lo políticamente correcto y, sobre todo, esa misma capacidad para ponerte incómodo mientras te ríes. Aunque no se diga explícitamente, es imposible no ver paralelismos entre Finch y el David Suárez de la película: un tío que se cree más listo que el resto, que se esconde detrás del humor para no enfrentarse a sus propias mierdas y que, paradójicamente, termina siendo víctima de su propio personaje.

Festival de cameos y cinismo

El desfile de cómicos que aparecen en la película es digno de una película de Torrente. Desde Carlos Areces hasta el propio Santiago Segura, pasando por Victoria Martín, Macarena Gómez y Nacho Vigalondo. A nadie le importas convierte el meta-humor en su principal arma. Lo más curioso es que, entre risas, deja caer una crítica a esa misma comunidad, a esos «compañeros» que, cuando la cosa se pone fea, te apuñalan por la espalda en directo mientras por privado te piden perdón.

El mensaje está claro: el mundo de la comedia es un sálvese quien pueda y Suárez lo retrata con la misma mala leche que sus chistes.

¿Y si nos cancelan por lo que dijimos cuando teníamos 5 años?

Uno de los momentos más brillantes de la película es cuando el personaje de Suárez se enfrenta a una nueva polémica: resurgen unos vídeos suyos de cuando tenía cinco años contando un chiste sobre chinos. Es una escena que resume a la perfección el absurdo del revisionismo histórico en redes y que, sin duda, dará pie a más de un debate sobre hasta qué punto la «cultura de la cancelación» tiene sentido o es solo una forma más de linchamiento público. Algo que hemos vivido recientemente con Karla Sofía Gascón y la ganadora de dos Premios Oscar Emilia Pérez.

Entre la autoflagelación y el victimismo

Lo que hace que A nadie le importas funcione es que no se limita a señalar con el dedo a los demás. Suárez no solo juega la carta de «pobre víctima de la corrección política«, sino que también deja claro que su personaje es egocéntrico, inmaduro y completamente incapaz de asumir responsabilidades. Aquí nadie sale bien parado. Y eso, en una película que va sobre los límites del humor, es justo lo que necesitábamos.

¿Vale la pena esta película? Depende de a quién le preguntes. Si te gusta el humor de David Suárez y su manera de incomodar, te vas a reír mucho. Si lo odias, probablemente verás la película como un intento desesperado de limpiar su imagen. Pero lo innegable es que A nadie le importas no deja indiferente y, en tiempos donde todo se mide con lupa, eso ya es un logro.

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