Leticia Jorge y Ana Guevara nos traen ‘Agárrame fuerte‘, film uruguayo nominado a los Premios Goya que ha podido verse en varios festivales. En Soy de cine hemos tenido la oportunidad de formar parte de aquellos que han tenido acceso a ella y en esta crítica de ‘Agárrame fuerte‘ queremos contarte qué nos ha parecido.
- Género: Drama
- País: Uruguay
- Año: 2024
- Duración: 74 min
- Dirección: Ana Guevara, Leticia Jorge
- Reparto: Chiara Hourcade, Victoria Jorge, Eva Dans
- Música: Luciano Supervielle
39 años son muy pocos si es la edad a la que te vas a morir, o la edad a la que vas a perder a tu mejor amiga. En el velatorio de Elena se encuentran todos, familia, amigos y desconocidos. Adela no puede evitar sentir que todo es absurdo y ficticio. La luz baja, los arreglos florales y el crucifijo que cuelga detrás del ataúd no tienen relación alguna con su querida Elena. Aturdida por el presente, visualizando un futuro al que le falta algo, Adela se embarca en un viaje hacia un recuerdo: un otoño lejano, diez años atrás, donde una Elena joven, ocurrente y viva, la espera en una casa de playa para leer novelas de detectives y andar en bicicleta. Juntas las dos con su amiga Luci y su bebé, pasarán unos días entre música, charlas y algún sobresalto.
Pero ningún fin de semana dura para siempre y Adela no está preparada para despedirse otra vez.
Cuando llega la hora de partir, es Paquito quien les muestra la manera de evadirse un rato más. Adela va a extrañar a Elena siempre, pero no hoy. Hoy Elena está ahí al lado de ella.
El punto de partida de Agárrame fuerte golpea con fuerza al espectador, con un planteamiento tan crudo y realista que consigue emocionar sin ni siquiera haber podido llegar a conocer a sus protagonistas. En este sentido, Leticia Jorge y Ana Guevara logran con éxito capturar la delicadeza y complejidad de la amistad y el duelo, todo ello, en gran medida, gracias a unas excelentes interpretaciones.
La narrativa, a medida que avanza, se adentra en un terreno que combina emociones viscerales con pinceladas de realismo mágico. Este contraste resulta atractivo y, por momentos, cautivador. Sin embargo, me entristece admitir que tras un inicio tan impactante, el segundo y tercer acto parecen perder algo de ese poderío inicial. Aunque no deja de ser bello gracias al tono cálido y a la química entre las protagonistas, el peso emocional que había atrapado al espectador al comienzo se va desdibujando, dando paso a situaciones que, a mi parecer, caen en lo banal o incluso en lo vacío.
En líneas generales, estamos ante una película correcta que derrocha belleza y sensibilidad, poniendo sobre la mesa temas interesantes tratados con un enfoque realista y que, en ocasiones, puede llegar a conmover al espectador. Sin embargo, aunque no siempre profundiza tanto como podría, la cinta es capaz de encontrar la belleza en los momentos más simples del día a día, lo que le da cierto encanto especial. Es un viaje que, a pesar de sus altibajos, merece la pena emprender.