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Valoración

La directora y animadora checa Kristina Dufková, dirige Mi vida a lo grande, una cinta de animación en stop motion sobre las inseguridades de los adolescentes.

La película, que tardó dos años y medio en completarse, adapta el libro juvenil de 2001 La vie, en gros de Mikaël Ollivier.

La cinta ganó el premio especial del jurado en el pasado festival de cine de animación de Annecy y ya está disponible en salas de cine españolas.

  • Fecha de estreno: 25 de abril de 2025
  • Género: Animación, Drama, Comedia
  • País: República Checa
  • Año: 2024
  • Dirección: Kristina Dufková
  • Música: Michal Novinski

Mi vida a lo grande, nominada a dos premios de la Academia de cine Europeo en las categorías de Mejor Película y Mejor Película de Animación, se presentó en première española en la Sección Enfants Terribles del Festival de Gijón tras su paso por el Festival de Locarno y el Festival de cine de Animación de Annecy, donde obtuvo el Premio del Jurado Contrechamp a la Mejor Película.

Mi vida a lo grande (ópera prima de la directora checa Kristina Dufková) es una mirada a la adolescencia a través del viaje de autoaceptación de su protagonista Ben, un chico de 12 años apasionado por la cocina que ve cómo su sobrepeso acaba de convertirse en un problema a resolver. Ben decide ponerse a dieta y así frenar el acoso en el instituto de Max y su pandilla y conseguir tambien que la chica que le gusta se fije en él. Para ello contará con el incondicional apoyo de su loca familia y de sus amigos Eric, Klara y Sonia. Un trabajo de animación en stop motion divertido y atractivo para jóvenes y adultos.


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Crítica de Mi vida a lo grande

Es innegable que el primer acercamiento de cualquier espectador a una película de animación se produce a través de lo estético. Después, vendrá una historia capaz de reforzar o modificar esa impresión inicial.

A pesar de tener una enorme sensibilidad para desarrollar a los personajes, su diseño resulta poco atractivo y nos obliga a hacer un esfuerzo extra para conectar con ellos a nivel emocional.

El diseño de personajes de Mi vida a lo grande

La puerta de entrada hacia una persona o personaje está en sus ojos. Por eso, las compañías más conocidas de la animación mundial se esfuerzan por diseñarlos desproporcionadamente grandes y expresivos.

Los ojos de los personajes de Mi vida a lo grande están rodeados por una especie de cráter voluminoso y parduzco que dota a sus personajes de un aspecto enfermizo, casi zombie.

Además, salvo el protagonista, casi todos ellos están confeccionados con líneas rectas y facciones anguladas que les dan un aspecto más agresivo que el que muestran por carácter.

Ese feísta tratamiento de personajes, sin llegar a los límites de Robert Morgan y sus cortos bizarros, nos recuerda, ligeramente, a los diseños que Adam Elliot nos trajo este mismo año con Memorias de un caracol

La gran diferencia entre esta tres producciones en stop motion reside en el público al que van dirigidas. Mientras que Stopmotion (Morgan. 2023) y Memorias de un caracol (Elliot. 2024) están dirigidas a un público más adulto, Mi vida a lo grande es una película juvenil, cuyo mensaje puede ser celebrado por los más pequeños de la familia. Por eso, nos ha chocado la elección estética de Dufková.

La universalidad del guion

No son nuevos los temas que la cineasta checa pone sobre la mesa. Sí resulta novedoso, sin embargo, la sensibilidad con la que los aborda.

Es difícil no ponerle cara a esta historia de un adolescente lleno de complejos físicos que busca encajar en su contexto social. Sus intentos por hacer dieta, el acoso que sufre en el instituto, el primer enamoramiento, las consecuencias del rechazo, la autoafirmación y auto aceptación, el poder sanador de la música, el divorcio de los padres… Todos y cada uno de los elementos que conforman la realidad de una persona en su transición a la edad adulta están tratados con un cariño y respeto absoluto. El mismo que Dufková tiene hacia sus personajes.

No importa los reveses que se lleve el protagonista ni los baches que atraviese, siempre es capaz de levantarse y pegar sus pedazos con un optimismo envidiable.

Conclusión

Siempre es una buena noticia que producciones modestas se cuelen en las salas de medio mundo. El éxito reciente de Flow (Gints Zilbalodis. 2025) demuestra que el panorama de la animación tiene espacio para todos y que la diversidad es enriquecedora.

La película es una muestra más de esta nueva ola de historias originales, hechas con cariño por estudios independientes y que son capaces de traspasar las fronteras de sus países de origen.
Si disfrutas con la animación, te gusta compartir el cine en familia y tu vida te pide energía positiva, Mi vida a lo grande está hecha para ti.

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