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Valoración

Llegamos algo tarde, sí, pero no queríamos dejar de hablar de la que para muchos ha sido una de las películas más esperadas del 2025. Misión imposible: sentencia final pone el broche final (al menos, que sepamos) a una de las sagas de acción más icónicas de la historia del cine. ¿Es el desenlace que muchos esperábamos? Hablemos de ello.

  • Fecha de estreno: 23 de mayo de 2025
  • Género: Acción, Thriller
  • País: Estados Unidos
  • Año: 2025
  • Duración: 163 min
  • Dirección: Christopher McQuarrie
  • Reparto: Tom Cruise, Hayley Atwell, Ving Rhames, Simon Pegg, Vanessa Kirby, Esai Morales, Pom Klementieff, Mariela Garriga, Henry Czerny, Holt McCallany, Janet McTeer, Nick Offerman, Hannah Waddingham, Angela Bassett, Shea Whigham, Greg Tarzan Davis, Charles Parnell, Frederick Schmidt
  • Música: Lorne Balfe

Misión: Imposible – Sentencia Final es la culminación de la saga protagonizada por Ethan Hunt, interpretado por Tom Cruise. En esta entrega, Hunt y su equipo del FMI enfrentan su misión más arriesgada hasta la fecha, donde cada decisión puede marcar el destino de la humanidad. La película promete una combinación de acción trepidante y giros inesperados que mantendrán al espectador al borde de su asiento.

Dirigida por Christopher McQuarrie, quien ha estado al frente de las últimas entregas de la franquicia, la película cuenta con un reparto compuesto por Hayley Atwell, Ving Rhames, Simon Pegg y Vanessa Kirby, entre otros. La producción es una colaboración entre Paramount Pictures y Skydance, con Tom Cruise y Christopher McQuarrie como productores. La banda sonora está a cargo de Lorne Balfe, conocido por su trabajo en entregas anteriores de la serie.


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Crítica de Misión: Imposible – Sentencia final

Lo nuevo de Misión imposible —aunque ya hablar de nuevo sea un decir— no es solo la séptima entrega de una saga que, como decía, se ha convertido en un estandarte del cine de acción moderno, sino también la que pretende poner el punto final a las andanzas de Ethan Hunt. Y como suele ocurrir con todo lo que lleva la palabra final, las expectativas estaban por las nubes.

¿Es este el final que merecía? La respuesta rápida es no. La larga, mejor la desarrollamos. Porque Sentencia final no es una mala película. Ni de lejos. De hecho, probablemente esté por encima de la media del cine palomitero que llega a nuestras salas. Pero viniendo de una franquicia que nos ha entregado entregas tan redondas como Protocolo fantasma o Fallout, esta última sabe a poco.

No vamos a quitarle méritos a McQuarrie. Dirige con pulso firme y entiende mejor que nadie lo que significa coreografiar el caos. Las escenas de acción son un espectáculo, con esa set piece aérea y la del submarino que son, sin duda, de las mejores que ha dado el cine comercial en lo que llevamos de década. Si eres fan del género, solo por eso ya merece la pena pasar por taquilla.

Y Tom Cruise, claro. A sus 62 años sigue siendo una anomalía de la naturaleza. Corre, salta, se estrella, y lo hace todo con una intensidad que ya querrían muchos veinteañeros. Lo de este hombre, de verdad, da para documental aparte.

Pero el alma… se queda en tierra

El problema llega cuando intentamos conectar emocionalmente con lo que está pasando. Y no me refiero a que esperemos introspección o profundidad existencial en una película como esta. Pero sí algo más de carisma en unos secundarios que aquí están más apagados que nunca. Lo que antes era un equipo con química ahora es un conjunto de piezas que cumplen con lo justo. Simon Pegg y Pom Klementieff están casi en piloto automático. Y personajes como el de Greg Tarzan, que apuntaban alto, acaban diluyéndose en un guion que parece más preocupado por avanzar que por construir.

El argumento sigue con esa línea de la entrega anterior: una amenaza global, esta vez ligada a la inteligencia artificial. Y sí, es un tema actual y pertinente. Pero lo cierto es que se queda en superficie. No hay una reflexión real ni un villano que esté a la altura (por mucho que prometiese anteriormente el personaje de Esai Morales. Es como si la película supiera que tiene que hablar de “lo que toca” pero no supiera cómo hacerlo con intención.

En definitiva…

Misión imposible: Sentencia final es un espectáculo que se disfruta, pero no se recuerda. Funciona como cierre visual, como parque de atracciones cinematográfico. Pero si uno esperaba una despedida con alma, épica o emoción, saldrá del cine con la sensación de que todo ha sido demasiado grande para tan poco contenido. Es una buena película, sí, pero para una saga como esta… quizá necesitábamos algo más que un buen truco final.

Esta crítica ha sido posible gracias a OCINE.

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