Crítica Viaje de Fin de Curso: Mallorca (Prime Video)
Crítica Viaje de Fin de Curso: Mallorca (Prime Video)

Crítica ‘Viaje de Fin de Curso: Mallorca’ (Amazon Prime Video). Una premisa cómica llevada al caos extremo que refleja la vorágine e intensidad emocional de la etapa adolescente

Reseña / Opinión de la película ‘Viaje de Fin de Curso: Mallorca’. Estreno el día 30 de mayo de 2025 en Prime Video.

Para cualquiera que haya sido adolescente, el viaje de fin de curso es una experiencia canónica que pocos están dispuestos a perderse. Especialmente si llega justo después de la insufrible Selectividad y en la antesala de la mayoría de edad. Es ese viaje en el que se cierra una etapa para comenzar nuevos retos. Un momento para compartir con los amigos de siempre —que permanecerá en el recuerdo— y también con esos otros tan diferentes —ya sea porque te caen mal o porque apenas has cruzado palabra con ellos—, pero con los que, por una vez, compartes un objetivo común: darlo todo. Por eso, cuando te lo quitan, hay que buscar la forma de hacerlo único de nuevo.

Esto es precisamente lo que plantea ‘Viaje de fin de curso: Mallorca‘, la nueva comedia original que Prime Video estrena este viernes 30 de mayo. La película se inspira en el insólito confinamiento de 249 estudiantes en un hotel de Palma, tras detectarse un macrobrote de COVID-19 en junio de 2021. Producida por Zeta Studios y dirigida por Paco Caballero (‘Invisibles’, ‘Amor de madre’), con guion de Eric Navarro (‘Papá o Mamá’, ‘Loco por ella’) y Natalia Durán (‘Loco por ella’, ‘A muerte’), la cinta convierte aquella anécdota pandémica en el punto de partida de una comedia coral que lleva su premisa —que ya de por sí es bastante original— hasta el límite, mientras repasa los deseos, frustraciones y contradicciones propias de una generación que no está dispuesta a dejar que nada —ni siquiera un virus— les arruine su momento.

Cuando un brote vírico se convierte en un chute de adrenalina y hormonas

‘Viaje de fin de curso: Mallorca’ construye una comedia coral desbordante, cargada de efervescencia juvenil, que convierte el encierro en una explosión de emociones, humor y decisiones urgentes. El montaje, además de dinámico, acierta al simular en varias ocasiones un estilo visual casero, como si estuviera grabado con móviles en vertical, lo que aporta cercanía generacional —especialmente con el público Z— y evoca de forma sutil aquellas imágenes del confinamiento.

Pero más allá de su envoltorio cómico, la película se apoya en un sólido reparto coral para construir un retrato generacional con más profundidad de la que podría parecer a simple vista. Sin aspirar a representar a toda “la juventud”, logra capturar con sensibilidad y acierto algunos de sus principales dilemas: la incertidumbre sobre el futuro, la presión social, la frustración, la necesidad de encajar…

Tráiler ‘Viaje de fin de curso: Mallorca’ en Prime Video

Mención especial merece Yolanda Ramos, uno de los grandes reclamos de la cinta, que brilla como profesora y funciona como el alivio cómico perfecto dentro de ‘Viaje de fin de curso: Mallorca’. Cada vez que aparece consigue sacarte una sonrisa, y es de esos personajes que deseas ver más en pantalla —aunque, para decepción de quienes esperaban verla lucirse, sale muy poco—. Carolina Rubio también destaca al encarnar ese contraste tan reconocible entre dos arquetipos de profesoras que todos hemos tenido: la joven que intenta ser amiga de sus alumnos y la veterana que ya está hasta el coño de ellos.

Por su parte, también me ha gustado la interpretación de María Esteve y los matices que añade al personaje —aunque pequeño— de periodista atrapada entre el estereotipo mediático tipo Ana Rosa o Susanna Griso, y la fragilidad de una mujer que, pese a tener más criterio que sus tertulianos, está obligada a pasar por el aro del sistema.

Gala, Nicky, Sam, Mario, Toto y Benja, el grupo protagonista de ‘Viaje de fin de curso: Mallorca’

El reparto joven de ‘Viaje de fin de curso: Mallorca’ sostiene con soltura el pulso emocional y caótico de ‘Viaje de fin de curso: Mallorca’, dotando de los matices necesarios a unos personajes que podrían haber caído fácilmente en el simple cliché de roles de instituto —no nos olvidemos de que es una comedia—. Berta Castañé destaca como Gala —la protagonista—, una joven que se debate entre la diversión y lealtad al grupo, y su deseo de agradar a los adultos y hacer lo que se espera de ella, encarnando con naturalidad ese vértigo de tener que tomar decisiones importantes sin estar del todo preparada.

A su lado, Sara Vidorreta (Nicky) y Claudia Roset (Sam) Nicky y Sam representan dos caras muy distintas —pero complementarias— de afrontar la vulnerabilidad en esta etapa. Nicky es de las que se refugian en lo esotérico, en los horóscopos y en la idea de que el destino ya está escrito para no cuestionar lo que viene. Sam, por su parte, carga con el peso de sentirse insuficiente. No porque le falte inteligencia o sensibilidad, sino porque vive escuchando que no da la talla. Ella representa a quienes luchan por avanzar en un sistema que discrimina sin darles el tiempo ni el espacio que necesitan.

En el otro lado del grupo, Mario (Diego Garisa) encarna el perfil del adolescente ambicioso, con ganas de crecer en un mundo digital dominado por las redes sociales. Aiden Botía (Toto) y Martí Cordero (Benja) forman el dúo cómico del grupo, marcado por la necesidad de reafirmarse frente a los demás. Ambos aportan esa dosis de ternura y humor a este retrato coral en el que cada personaje arrastra su propia crisis —más o menos visible—, mientras todos intentan despedirse de una etapa sin tener del todo claro qué viene después.

El fuego interno de toda una generación al límite (y en el centro de la historia)

Uno de los puntos fuertes de ‘Viaje de fin de curso: Mallorca’ es la manera en que utiliza su premisa para trazar un retrato de la juventud actual: una generación que siente que no tiene nada que perder porque, en realidad, ya se lo han arrebatado todo —estabilidad, certezas, futuro—. En ese presente incierto, dominado por la gran pregunta “¿qué voy a hacer con mi vida?”, las pocas decisiones que se sienten capaces de tomar están cargadas de una vehemencia casi desesperada.

Separarse de los amigos, por ejemplo, se vive como un pequeño trauma; como una despedida simbólica antes de que cada uno empiece su camino. De ahí que, cuando algunos —como le ocurre a Gala con Mario— empiezan a mirar por sus propios intereses, rompiendo esa expectativa de cierre compartido, surjan las decepciones y los conflictos.

En medio de ese torbellino emocional, ‘Viaje de fin de curso: Mallorca’ acierta al capturar la intensidad de la adolescencia —incluso en conflictos aparentemente mundanos—; mostrando cómo la diversión, la necesidad de validación y la indecisión coexisten en una misma habitación de hotel. Porque eso, precisamente, es la adolescencia: caos emocional.

Claudia Roset (Sam), Berta Castañeteos (Gala) y Sara Vidorreta (Nicky) en Viaje de Fin de Curso: Mallorca
Claudia Roset (Sam), Berta Castañeteos (Gala) y Sara Vidorreta (Nicky) en ‘Viaje de Fin de Curso: Mallorca’

El final de ‘Viaje de fin de curso: Mallorca’ funciona como una metáfora perfecta del desorden interno que implica ser adolescente. Los personajes se enfrentan a la verdad de sus propios conflictos, pero no los resuelven del todo. Queda una puerta abierta en esa última escena en la que las tres protagonistas, al fin y al cabo, no saben qué hacer. Porque en esa etapa de la vida es fácil reconocer el problema, pero abrumador encontrar una solución.

El conflicto intergeneracional en ‘Viaje de Fin de Curso: Mallorca’

El papel de los periodistas del programa Enfoque Público funciona como contrapunto y como los «villanos» de la historia —la clásica confrontación de jóvenes contra adultos—, en un cruce de visiones marcado por los prejuicios de la generación X hacia la Z. La película no busca justificarlos, pero sí quiere dejar claro que se trata de épocas y contextos completamente distintos, por lo que no se les puede medir con la misma vara —por mucho que algunos se empeñen—.

Uno de los momentos más potentes del filme llega cuando la propia Gala verbaliza la frustración compartida por muchos jóvenes:“Nuestra generación está llena de rabia. Rabia que viene de la miseria que vosotros nos habéis dejado, de la violencia estructural que sufrimos por parte de vuestro sistema, que no deja de joder a la gente. Nos habéis dejado un presente de mierda y un futuro incierto. Y cuando pedimos que se nos escuche, se nos criminaliza.”

En mitad de la comedia marcada por el desmadre y el exceso, este discurso funciona como un manifiesto: un estallido de rabia, dolor y verdad de una generación que sí tiene conciencia crítica y no está dispuesta a callarse, pues no tienen nada que perder.

En definitiva, ‘Viaje de Fin de Curso’: Mallorca resulta una película ligera, entretenida, pero con pulso generacional, que se disfruta y, merece la pena darle una oportunidad.

Sinopsis – ¿De qué va la película ‘Viaje de fin de curso: Mallorca’?

Corre el año 2021. Después de un curso marcado por la pandemia y el confinamiento, un grupo de estudiantes de bachillerato y sus dos profesoras se embarcan en un ansiado viaje de fin de curso a Mallorca. Todo apunta a que será la despedida perfecta… hasta que un nuevo brote de coronavirus los deja atrapados en el hotel.

¿El resultado? Más de 50 adolescentesdos profesoras y demasiados minibares encerrados en habitaciones de hotel, con hormonas a flor de piel, planes truncados y muchas risas por delante. ¿Qué podría salir mal? ¡Absolutamente todo!

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