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Valoración

Septiembre 5, la última película de Tim Fehlbaum, llega a los cines españoles el 31 de enero de la mano de Paramount Pictures Spain.

  • Fecha de estreno: 31 de enero de 2025 en cines
  • Género: Drama, Histórico
  • País: Estados Unidos, Alemania
  • Año: 2024
  • Duración: 94 min
  • Dirección: Tim Fehlbaum
  • Reparto: Peter Sarsgaard, John Magaro, Ben Chaplin, Leonie Benesch, Zinedine Soualem, Georgina Rich, Corey Johnson, Marcus Rutherford, Daniel Adeosun, Benjamin Walker, Ferdinand Dörfler
  • Música: Lorenz Dangel

«Septiembre 5» presenta el fatídico momento que cambió para siempre la cobertura de noticias en los medios de comunicación y que no ha dejado de influir en el tratamiento que se da a las noticias de actualidad. Ambientada en los Juegos Olímpicos de Munich de 1972, la película narra las peripecias de un equipo de retransmisión deportiva estadounidense que hace rápidamente la transición de la información deportiva a la cobertura en directo del secuestro de los atletas israelíes. A través de este prisma, «Septiembre 5» aborda, desde una perspectiva novedosa, la retransmisión en directo que en aquel momento fue vista en todo el mundo por unos mil millones de personas.

La historia gira alrededor de Geoff (John Magaro), un joven y ambicioso productor que se esfuerza por demostrar su valía a su jefe, el legendario ejecutivo de televisión Roone Arledge (Peter Sarsgaard). Junto con la intérprete alemana Marianne (Leonie Benesch) y su mentor Marvin Bader (Ben Chaplin), Geoff toma inesperadamente los mandos de la cobertura en directo. Ante el cambio de temática y narrativa, con plazos que se agotan, rumores contradictorios difundidos por doquier y la vida de los rehenes pendiendo de un hilo, Geoff se enfrenta a decisiones difíciles y sus propios conflictos éticos.


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Crítica de Septiembre 5

1972, Múnich. La plantilla de la cadena televisiva ABC se encuentra inmersa en la ardua tarea de retransmitir en vivo y en directo cada uno de los eventos deportivos de las olimpiadas alemanas. De forma sorpresiva, un ataque de índole política perpetrado por unos terroristas árabes, supondrá un punto de inflexión en la historia moderna y en la cultura audiovisual al obligar a esta cadena a dejar de lado su función, para ofrecer una cobertura de este peliagudo acontecimiento. En Septiembre 5, esta sugerente premisa sirve al director Tim Fehlbaum para dibujar un intenso ejercicio de carácter periodístico y social capaz de reflexionar sobre la naturaleza de la profesión, al mismo tiempo que sirve cómo homenaje a la realización televisiva analógica.

Una carta de amor al analógico

Cables, cintas de celuloide, salas de montaje, micros pinchados, cámaras mamotreto y rótulos artesanales. Septiembre 5 no sólo es un thriller fantástico, sino que es toda una carta de amor al lenguaje analógico, a una era no-digital en la que imperaba el ingenio, lo físico y lo palpable. Cómo telón de fondo encontramos un conflicto de considerable calado, pero el foco (el figurado y el de la lente de la cámara de Fehlbaum) está puesto en lo que esconden las bambalinas del estudio televisivo. Que no es otra cosa que un plató destartalado, salas de revelado, una cantidad ingente de tecnología hoy ya desfasada y personas capaces de hacer magia con artefactos tan obtusos cómo encantadores.

Es asombroso descubrir cómo el film está rodado siempre con fascinación y reverencia por/hacia una manera primigenia de disponer lo audiovisual. Los códigos estilísticos cuasi-documentalistas del propio film también responden a esta idea, enarbolada cámara en mano y vestida de una hermosa capa de granulado fílmico. Es destacable esta equilibrada simbiosis entre forma y fondo, sumada a una magnífica dirección de actores y una gestión excepcional de los elementos anti-climáticos dispuestos en el entramado argumental.

Supervivencia emocional

Unas capas más abajo, si buceamos en la profundidad de la cinta, nos topamos con su sugerente tesis: la cruda naturaleza de la profesión periodística y la necesidad de distanciamiento con respecto a los eventos para asegurar la supervivencia emocional. Tal y como ya ocurría en la brillante y reciente Civil War de Alex Garland, se nos habla de forma directa de la obligación de no involucrarse a nivel sentimental – algo considerablemente complejo para un ser humano empático – en los eventos a reportar. También, se hace referencia a los límites morales y a la responsabilidad civil y social de la televisión como herramienta de alto impacto cultural, que debe responder no sólo a un interés mercantil sino que debe mantenerse ética, verídica, fidedigna y respetuosa con el espectador global.

Por otro lado, Septiembre 5 propone un contexto socio-político muy próximo al conflicto palestino-israelí que puede servir como espejo del mismo, pero creo que acierta al no abrazarlo de forma directa. A pesar de estar ahí, no coloca todo el peso en la parte política de la situación para no desperdiciar la potencia del resto de motores temáticos, algo especialmente loable y digno de aplauso. Hubiera sido sencillo caer en el populismo y la demagogia tratando temas proclives a ello, sin embargo, podemos celebrar con orgullo que no estamos ante este caso.

Conclusión

Septiembre 5 es un brillante ejercicio de tensión y reflexión periodística que hace gala de una fascinación absoluta por la realización televisiva y el lenguaje audiovisual, analógico o no. A través atmósferas propias del thriller y un acontecimiento histórico trascendental de interés, se mueve entre lo político, lo cinematográfico, lo humano y lo social de manera dinámica, con intensidad y siempre con un marcado gusto estético. Una película accesible y disfrutable, pero no exenta de profundidad ni de distintas tesis a explorar y diseccionar.

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