Tras el tono solemne de Las crónicas Jedi (2022) y el viraje a lo imperial de Crónicas del Imperio (2024), llega ahora Star Wars: Crónicas del submundo, la nueva serie de cortos animados creada por Dave Filoni, quien hace tiempo asumió con éxito (y algo de agotamiento ya, seamos honestos) el timón del universo Star Wars en su formato animado.
- Fecha de estreno: 4 de mayo en Disney+
- Género: Animación, Ciencia ficción, Acción, Star Wars, Disney
- País: Estados Unidos
- Año de lanzamiento: 2025
- Dirección: Dave Filoni
- Reparto: Nika Futterman, Corey Burton, Artt Butler, Lane Factor, AJ LoCascio, Clare Grant, Dawn-Lyen Gardner, Eric Lopez
- Plataforma:
Disney+
Creada por Dave Filoni llega Star Wars: Crónicas del submundo, una serie de cortos animados. La serie, que comenzó en 2022 con Star Wars: Las crónicas Jedi y continuó en 2024 con Star Wars: Crónicas del Imperio, se centra esta vez en el lado oscuro del crimen de la galaxia de Star Wars a través de las experiencias de dos villanos icónicos. La exasesina y cazarrecompensas Asajj Ventress recibe una nueva oportunidad y debe huir con un nuevo aliado inesperado, mientras que el forajido Cad Bane se enfrenta a su pasado al enfrentarse a un viejo amigo, ahora un alguacil al otro lado de la ley.
Producida por Lucasfilm Animation, Star Wars: Crónicas del submundo cuenta con la producción ejecutiva de Dave Filoni, Athena Yvette Portillo y Carrie Beck. Dave Filoni es el director, Josh Rimes es el coproductor ejecutivo, Alex Spotswood es el productor principal y Matt Michnovetz es el guionista. Star Wars: Crónicas del submundo cuenta con las voces de Nika Futterman, Corey Burton, Artt Butler, Lane Factor, AJ LoCascio, Clare Grant, Dawn-Lyen Gardner y Eric Lopez en su versión original.
Crítica de Star Wars: Crónicas del submundo
¿De qué va esta vez la cosa? Pues del lado oscuro, pero no ese lado oscuro lleno de Siths y rayos saliendo de las manos, sino uno más… callejero. Subterráneo. Criminal. Ya desde el título lo dejan claro: Crónicas del submundo. Aquí no hay grandes duelos con espadas láser en acantilados imposibles, sino callejones, forajidos y personajes moralmente difusos.
Para empezar, la serie mantiene el tono lúgubre que ya vimos en Crónicas del Imperio, aunque quizá con un diseño de producción aún más sucio y decadente. Realmente en ciertos planos parece que huele a grasa de motor y a pólvora. Lo cual, ojo, no es algo negativo. De hecho, es uno de los grandes aciertos de esta entrega. Visualmente está muy conseguida.
Por un lado, tenemos a Asajj Ventress, esa ex asesina Sith que siempre ha estado infravalorada y que aquí vuelve como personaje principal, acompañada de un nuevo aliado que, sinceramente, no transmite mucho al principio, pero que luego gana algo de peso narrativo (ojo al episodio 2, muy trepidante). Y por otro, a Cad Bane, el vaquero galáctico que se enfrenta a un viejo colega que ahora va de alguacil. Western puro, vaya. Hasta los silencios están medidos como en un spaghetti western de Sergio Leone.
¿Funciona?
Sí, y no. Es decir, sin ser un fan acérrimo de Star Wars me lo he pasado bien. Hay referencias, personajes conocidos, peleas entre Jedis y soldados imperiales —lo de siempre, vamos—, y secuencias de acción muy bien montadas, especialmente en el primer bloque narrativo con Ventress. Pero también siento que este tipo de proyectos ya no sorprenden. Son pastillas de lore para fanáticos, hechas con oficio, sí, pero sin riesgo. Nada que no hayamos visto ya en The Clone Wars, Rebels o La remesa mala.
Hablando de La remesa mala, la primera trama, protagonizada por un grupo de forajidos, me recordó mucho a esa otra serie. Misma dinámica, misma estructura. Incluso diría que mismo tipo de chistes, lo cual, llegado a este punto, me produce más cansancio que simpatía.
¿Y la parte western?
La historia de Cad Bane, que es la más submundo de todas, es también la que más se aleja del ritmo habitual de Star Wars. Y eso, dependiendo de cómo te pille el día, puede ser bueno o malo. A mí me gustó… a ratos. Me pareció visualmente potente, con un diseño de escenarios muy trabajado, pero también algo más plana a nivel de conflicto. Quizá porque ya sé cómo funcionan este tipo de relatos. El último episodio levanta bastante el conjunto, eso sí.
¿Vale la pena Star Wars: crónicas del submundo?
Si eres fan de Star Wars, te la vas a ver entera. Si no lo eres, probablemente ni te enteres de que existe. Este tipo de productos viven a medio camino entre el fanservice bien hecho y el reciclaje narrativo. Y Crónicas del submundo no es la excepción. ¿Está bien animada? Sí. ¿Tiene buena música? También. ¿Me ha hecho sentir que estoy viendo algo realmente nuevo? Pues no demasiado, la verdad.
Lo más justo que puedo decir es que es una serie que no molesta, pero tampoco emociona. Un pasatiempo que no engrandece el universo Star Wars, pero que al menos lo respeta.
Ideal para una tarde sin pretensiones. Recomendable para fans que quieran ver a Cad Bane disparando y a Ventress repartiendo sablazos, pero con la sensación constante de que esto ya lo hemos vivido.