En los últimos años, Marvel ha sido un parque de atracciones que perdió el mapa. Mucho ruido, muchos colores, y poca brújula. Pero, de vez en cuando, entre tanto multiverso inflado y cameos como caramelos, nos llega algo que sorprende. Thunderbolts sorprende y, además, funciona. Y funciona muy bien.
- Fecha de estreno: 30 de abril de 2025
- Género: Acción, Aventuras, Superhéroes, Marvel
- País: Estados Unidos
- Año: 2025
- Dirección: Jake Schreier
- Reparto: Florence Pugh, Sebastian Stan, David Harbour, Wyatt Russell, Olga Kurylenko, Hannah John-Kamen, Julia Louis-Dreyfus
Marvel Studios y un par de veteranos del cine indie que se han dejado comprar por Hollywood presentan Thunderbolts*, una irreverente peli de superhéroes protagonizada por la deprimida asesina Yelena Belova (Florence Pugh) y el grupo de inadaptados menos esperado del UCM.
La película también devuelve a la pantalla a los personajes del Universo Cinematográfico Marvel Bucky Barnes (Sebastian Stan), Guardián Rojo (David Harbour), John Walker (Wyatt Russell), Taskmaster (Olga Kurylenko), El Fantasma (Hannah John-Kamen) y Valentina Allegra de Fontaine (Julia Louis-Dreyfus), además de algunas interesantes caras nuevas.
Jake Schreier dirige Thunderbolts* con Kevin Feige como productor. Louis D’Esposito, Brian Chapek, Jason Tamez y Scarlett Johansson son los productores ejecutivos.
Crítica de Thunderbolts*: la Marvel que queremos
Esta nueva apuesta de Marvel Studios no es una superproducción con complejo de grandeza. Es, más bien, una Marvel exploitation con personajes de segunda y tercera fila, reciclados, desubicados, incluso olvidados. Un equipo de superhéroes sin carisma aparente, sin poderes realmente relevantes y con más traumas que habilidades. Y ahí está la clave: Thunderbolts no intenta ser la nueva Endgame, sino algo más humano, más raro, más… sucio.
Los Thunderbolts
Bajo la dirección de Jake Schreier, la película arranca con la deprimida Yelena Belova (Florence Pugh) como hilo conductor. Si a estas alturas aún no sabíamos que Pugh es una bestia como actriz, es que no hemos visto Midsommar o Vivir el momento. Aquí brilla, aunque lo hace con esa aura de “ya no tengo ganas de nada” que te atraviesa el pecho.
El resto del grupo lo completan caras conocidas del UCM: el eternamente cansado Bucky Barnes (Sebastian Stan), un Guardián Rojo que es el alma de la fiesta (David Harbour), y John Walker (Wyatt Russell), ese Capitán América de marca blanca que nadie pidió y que ahora, curiosamente, resulta más fascinante que Sam Wilson. A todo esto súmale a El Fantasma, una incorporación que se ha ganado nuestro beneplácito.
El tono
Lo que me encanta de Thunderbolts* es su tono: se la juega a ser otra cosa. Y lo consigue. Aquí se nos ofrecen dos horas de visionado con ritmo, con un humor que funciona y con un tercer acto que —sin entrar en terreno de spoilers— es posiblemente de las más inteligentes de Marvel en mucho tiempo. No por espectacular, sino por emocional. Porque no todo se resuelve a golpes, y eso, en este universo, es casi revolucionario.
El villano
En cuanto al villano, me atrevería a decir que estamos ante uno de los más interesantes de esta fase. No es Thanos, ni quiere serlo. Es otra cosa. Una metáfora de salud mental hecha personaje, algo que Marvel jamás se había atrevido a tocar así de frente. Y lo hace bien. Sin ponerse demasiado intensos ni paternalistas. Solo mostrando lo roto que uno puede estar incluso siendo un superhéroe.
Y hablando de aciertos, hay que destacar cómo se integran las nuevas incorporaciones. Sin hacer mucho ruido, pero sumando. Que en una peli coral es bastante decir. El mencionado personaje de Lewis Pullman, por ejemplo, le da a la cinta una frescura inesperada.
¿Vale la pena?
Ciertamente, Thunderbolts* es una de esas cintas que nos devuelven la fe en el UCM. Esta película desentona, sí. Pero por eso mismo destaca. Es una de las producciones más estimulantes de esta fase. Y es que no quiere ser grande, solo quiere ser honesta.