viaje-de-fin-de-curso-mallorca-pelicula-critica

Valoración

Cada generación tiene sus películas coming-of-age. Algunas se convierten en iconos culturales (Supersalidos, 17 otra vez, Clueless), otras se pierden entre intentos de conectar con una audiencia que, por momentos, parece no tener muy claro lo que quiere decir. Viaje de fin de curso: Mallorca entra de lleno en esta segunda categoría. Y probablemente se corone como la peor película que he podido ver en lo que va de año. Gracias Prime Video, lo haz vuelto a hacer.

  • Fecha de estreno: 30 de mayo de 2025
  • Género: Comedia
  • País: España
  • Año: 2025
  • Dirección: Paco Caballero
  • Reparto: Yolanda Ramos, Berta Castañé, Sara Vidorreta, Claudia Roset, Nadia Vilaplana, Diego Garisa, Martí Cordero, Aiden Botía

2021. Tras pasar un año de confinamiento, un grupo de estudiantes de bachillerato y sus dos profesoras inician un viaje de fin de curso a Mallorca. Este planazo supone la última oportunidad que tienen de estar todos juntos, recuperar el tiempo perdido, poder divertirse como nunca lo han hecho y despedir esta loca etapa de sus vidas. Sin embargo, un nuevo brote de coronavirus trunca todos sus planes y les obliga a quedarse encerrados en las habitaciones del hotel. Más de 50 alumnos, 2 profesoras, un hotel y muchos, muchos minibares… ¿Qué podría salir mal?
Viaje de fin de curso está protagonizada por Yolanda Ramos (Paquita Salas) como Ortrud, Berta Castañé (Bienvenidos al Edén) como Gala, Sara Vidorreta (La reina del Sur) como Nicky, Claudia Roset (La última) como Sam, Nadia Vilaplana (Un, dos, tres… responda otra vez) como Rebecca, Diego Garisa (La revolución de Odile) como Mario, Martí Cordero (42 segundos) como Benja y Aiden Botía (No me gusta conducir) como Toto.

La película está producida por Zeta Studios, dirigida por Paco Caballero (Invisibles), y escrita por Eric Navarro (Papá o Mamá) y Natalia Durán (A muerte). La producción corre a cargo de Antonio Asensio y Paloma Molina, junto a Xavi Toll como productor ejecutivo.


Ver ficha completa

Crítica de Viaje de fin de curso: Mallorca

La premisa no es especialmente original, pero sí eficaz: un grupo de estudiantes viaja a Mallorca como colofón a su etapa de bachillerato tras el confinamiento, en pleno 2021. Pero lo que debería ser una fiesta de desenfreno, libertad y madurez termina convertida en una especie de experimento sociológico encerrado entre las cuatro paredes de un hotel, tras un nuevo brote de COVID. A partir de aquí: minibares, habitaciones compartidas y mucho, mucho ruido.

La película, dirigida por Paco Caballero y escrita por Eric Navarro y Natalia Durán, parte de una idea llamativa que nunca termina de saber qué quiere contar. ¿Es una comedia gamberra? ¿Una reflexión generacional postpandémica? ¿Una crítica social sobre la represión adolescente? ¿Un drama? ¿Todo a la vez? Da igual. Porque nada de eso cuaja. Y el resultado, honestamente, es un batiburrillo tonal con ritmo de TikTok y fondo de reguetón.

El elenco está encabezado por Yolanda Ramos, a quien siempre es un placer ver en pantalla. Aquí interpreta a una profesora pasada de vueltas que funciona más como meme que como personaje real. Junto a ella, los verdaderos protagonistas: un grupo de actores y actrices jóvenes que no logran destacar, en parte por la escritura de unos personajes que son puro cliché: la pija intensa, el cani rebelde, la outsider con discurso de Tumblr, el romántico pasivo… Todos construidos sobre estereotipos que rozan la caricatura.

La cinta pretende ser un retrato de toda una generación. Y ahí es donde se cae con más fuerza. Porque el supuesto mensaje —“somos jóvenes llenos de rabia que queremos gritar pero nadie nos escucha”— suena a discurso de manual escrito desde el despacho de una agencia de publicidad. Artificial. Forzado. Desconectado.

Lo peor, sin embargo, no es la falta de autenticidad, sino la experiencia de visionado en sí. Un montaje que intenta ser moderno con inserciones tipo TikTok, pero que se vuelve agotador en menos de diez minutos. Un guion que, en su intento de conectar con “la chavalería”, termina siendo condescendiente. Y un tono que va y viene, como si ni el propio equipo tuviera claro qué está haciendo.

¿Se puede salvar algo? Quizá algún momento aislado de Yolanda Ramos y un par de chispazos visuales que podrían haber brillado con otro enfoque. Pero es poco. Muy poco.

Viaje de fin de curso: Mallorca es un proyecto que quiere hablar a una generación, pero termina hablándole sobre ella con un dedo levantado y otro en la playlist de reguetón. No es que la película no tenga cosas que decir, es que las dice todas mal. Y lo que debería haber sido una comedia fresca y liberadora se convierte, sin pretenderlo, en un encierro tan claustrofóbico como el del hotel que retrata.

Ver fuente

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *