Hay eventos que, por su propia esencia, no necesitan de demasiada parafernalia para justificar su existencia. Basta con que existan. Porque sí. Porque lo piden los astros. O en este caso, los Primigenios. Y uno de esos eventos, por suerte para los amantes del horror cósmico y de los universos más tentacularmente malsanos, regresa a la capital: CTHULHUTON vuelve a Madrid el 29 de marzo para agitar las profundidades de nuestro subconsciente desde el mk2 Palacio de Hielo.
Así que si eres de los que no pronuncian “Innsmouth” sin estremecerse o has fantaseado con matricularte en la Miskatonic University para acabar convertido en médula verde fluorescente, este es tu evento. Apunta bien la fecha, porque lo que se viene es de las que dejan marca. O tentáculo.
Re-Animator: El plato fuerte, reanimado (otra vez)
El cartel de esta edición es una joyita. No solo por el homenaje que se le rinde a uno de los clásicos más alocados y deliciosamente grotescos del género, sino porque “Re-Animator” (1985) se proyectará en 4K con motivo de su 40 aniversario. Sí, has leído bien. Stuart Gordon y su versión desquiciada del relato de Lovecraft regresan en gloria restaurada, listos para demostrar, una vez más, que hay pocas cosas tan deliciosamente perturbadoras como Herbert West intentando jugar a ser dios.
Y por si fuera poco, tras la proyección habrá coloquio con Paco Fox y Ángel Codón Ramos, los responsables del podcast Tiempo de Culto, para sacarle aún más jugo a esta joya macabra del terror ochentero.
Las joyitas ocultas: mediometrajes que son culto puro
A las 18:30, el evento se pone vintage con una sesión doble compuesta por dos mediometrajes que, por alguna razón injustificable del universo, han sido rara vez proyectados en nuestro país. Hablamos de “Aire Frío” (1999), de Bryan Moore, y “La Llamada de Cthulhu” (2005), de Andrew Leman.
La primera es un relato tan gélido como angustioso sobre la muerte, la vida y los límites de ambas cosas, mientras que la segunda es una oda muda al cine de los años veinte, rodada como si estuviésemos en pleno 1926. Porque si vas a adaptar a Lovecraft, al menos hazlo con estilo. Ambas son un caramelo para los fans más puristas del escritor de Providence, de esos que pronuncian «Necronomicón» en voz baja por si acaso.
El arranque: nazis, montañas y cosas que mejor no despertar
La jornada comienza a lo grande, a las 16:30, con una película que muchos aún consideran un sueño febril: “El Torreón” (1983) de Michael Mann. ¿Nazis ocupando una fortaleza en los Cárpatos? ¿Un demonio ancestral con ganas de juerga? ¿Ian McKellen con cara de “qué demonios hago aquí”? Todo eso y más es lo que ofrece esta rareza hipnótica con banda sonora de Tangerine Dream y efectos visuales que, sin ser perfectos, tienen más alma que muchas superproducciones actuales.
Una velada de culto en estado puro
El espíritu de H.P. Lovecraft, ese escritor que odiaba muchas cosas (demasiadas, la verdad), pero que supo tocar como nadie la tecla del terror cósmico, sobrevuela toda la programación. Lo que propone CTHULHUTON es un ritual. Un aquelarre. Una invocación colectiva donde se proyectan películas sobre brujería, sectas y monstruos que duermen en lo profundo del océano, esperando su momento.
¿Y sabéis qué? Ese momento podría ser ahora.
El 29 de marzo, tienes una cita con lo innombrable, lo grotesco, y, sí, también con lo divertidamente cutre en ocasiones. Pero de eso va el verdadero cine de culto. De amor. De fe ciega. Y de horror. Mucho horror. Porque, como diría el propio Lovecraft, “no está muerto lo que puede yacer eternamente”, y en Madrid, el 29 de marzo, los mitos se levantan para recordarnos que aún hay películas que vale la pena ver en la oscuridad de una sala, rodeados de extraños… muy probablemente fanáticos de Cthulhu como tú.