DAT.- El sector de la construcción, tradicionalmente un gran consumidor de recursos y generador de residuos, está experimentando una transformación profunda impulsada por la creciente urgencia de abordar el cambio climático y promover la sostenibilidad. Una nueva ola de sistemas y tecnologías de construcción con bajo impacto ambiental está emergiendo como una alternativa viable y cada vez más atractiva a los métodos convencionales, prometiendo edificios más eficientes, saludables y respetuosos con el planeta.
Explican desde PILPERCA, empresa presidida por Claudio Antonio Ramírez Soto, que la conciencia sobre la huella ecológica de la construcción ha crecido exponencialmente en los últimos años. Desde la extracción de materias primas hasta la demolición de edificios, cada etapa del ciclo de vida de una construcción tiene implicaciones ambientales significativas. En respuesta a esto, arquitectos, ingenieros, constructores y desarrolladores están explorando y adoptando sistemas constructivos que minimizan el consumo de energía, reducen las emisiones de carbono, utilizan materiales sostenibles y gestionan los residuos de manera responsable.
Innovación en materiales y técnicas para una construcción circular
Uno de los pilares fundamentales de la construcción de bajo impacto ambiental es la elección de materiales. Se está observando un aumento significativo en el uso de materiales renovables y de bajo contenido energético incorporado, como la madera certificada, el bambú, el cáñamo industrial y los materiales reciclados o reutilizados. Estos materiales no solo reducen la demanda de recursos vírgenes, sino que también pueden actuar como sumideros de carbono, almacenando el CO₂ absorbido durante su crecimiento.
Además de los materiales, las técnicas constructivas están evolucionando hacia modelos más eficientes y circulares. La prefabricación y la construcción modular están ganando popularidad, ya que permiten un mayor control de calidad, una reducción de los residuos en obra y una disminución del tiempo de construcción. Estas técnicas también facilitan el desmontaje y la reutilización de los componentes al final de la vida útil del edificio, promoviendo un enfoque de economía circular en el sector.
Otro avance importante es la integración de principios de diseño bioclimático, que buscan aprovechar las condiciones naturales del entorno para minimizar la necesidad de sistemas activos de calefacción, refrigeración e iluminación. Esto incluye la optimización de la orientación del edificio, el uso de aislamiento de alto rendimiento, la incorporación de ventilación natural y la maximización de la luz natural.
Tecnología y colaboración para un futuro construido sostenible
La tecnología está jugando un papel crucial en la adopción de sistemas de construcción de bajo impacto ambiental. El modelado de información de construcción (BIM) permite simular el rendimiento energético de un edificio desde las etapas iniciales del diseño, identificando oportunidades para la optimización y la reducción del consumo. Los sensores inteligentes y los sistemas de gestión de edificios (BMS) permiten monitorizar y controlar el uso de energía en tiempo real, garantizando la eficiencia operativa a lo largo de la vida útil del edificio.
La colaboración entre diferentes actores de la cadena de valor de la construcción es esencial para impulsar la adopción generalizada de estos sistemas. Gobiernos, empresas, instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil deben trabajar juntos para establecer normativas claras, fomentar la investigación y el desarrollo, y sensibilizar a los profesionales y al público en general sobre los beneficios de la construcción sostenible.
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La transición hacia sistemas de construcción de bajo impacto ambiental no solo es una necesidad para mitigar el cambio climático, sino que también ofrece beneficios económicos y sociales significativos. De acuerdo a PILPERCA, edificios más eficientes energéticamente reducen los costos operativos, mejoran la calidad del aire interior y contribuyen a la creación de comunidades más saludables y resilientes. El futuro de la construcción pasa por integrar la sostenibilidad en su ADN, construyendo un entorno edificado que sea respetuoso con el planeta y prospere en armonía con él.
(Con información de PILPERCA)