Más allá de las peleas, las revanchas y los despechos de los adultos, la realidad es que quienes perderán en esta “telenovela turca” son los chicos.
Tras el pedido de restitución de sus hijas ante la Corte Internacional de la Haya, si Mauro Icardi consigue su deseo de tener a sus chicas con él en Turquia (algo por ahora poco probable), separaría a las niñas de sus tres hermanos a quienes adoran y con quienes se criaron toda su vida.
Por el lado de China Suarez, si ella se va a vivir a Turquía con el futbolista y se lleva sus niños más pequeños, los separaría de su hermana mayor, quien se quedaría a vivir con su papá en Argentina.
Dos grupos de hermanos separados porque sus padres se priorizan antes que pensar en ellos.
Como se vio desde el comienzo de esta historia los únicos perjudicados serían los menores, víctimas de tanta exposición, tanta pelea y tanta falta de diálogo y de comprensión entre sus padres.