Matilde en
Matilde en 'Valle Salvaje'

Matilde (María Redondo) se juega su futuro en ‘Valle Salvaje’, acorralada por dos claras enemigas mientras las Salcedo de la Cruz acercan posturas tras la muerte de Gaspar

La muerte de Gaspar (Chechu Salgado) ha sacudido los cimientos de la casa pequeña en ‘Valle Salvaje’. Mientras doña Victoria llora la pérdida de su hijo apoyándose más que nunca en sus sobrinos, es su esposa, Matilde (María Redondo), quien enfrenta un futuro incierto en el valle. Rota de dolor, la Salcedo de la Cruz parece haber tomado una firme decisión respecto a la que fuera su nuera: quiere que se marche del valle de inmediato. Su presencia en la casa pequeña le recuerda demasiado a Gaspar y, sin él para mantenerla, no la quiere cerca. Además, doña Victoria culpa a Matilde —injustamente— del fracaso de su matrimonio y de no haber cumplido el deseo de Gaspar de retomar su relación matrimonial en los días previos a su muerte.

Pero Victoria no es la única enemiga que Matilde tiene en el valle. Raimunda (Inma Sancho) ha regresado a ‘Valle Salvaje’ como sirvienta de la casa pequeña, dispuesta a ejecutar su venganza contra el duque, y de paso, entorpecer los planes de su hijo Atanasio y el romance que mantiene con Matilde.

¿Qué opciones le quedan a Matilde para permanecer en el valle?

¿Qué opciones le quedan a Matilde para permanecer en el valle?

La muerte de Gaspar, sin descendencia, ha dejado a Matilde en una posición complicada para continuar en la casa pequeña y mantener el mismo estatus que gozaba. Desde el comienzo de ‘Valle Salvaje’, Matilde se ha mostrado como una mujer abnegada y entregada a su matrimonio, pero su amor nunca fue correspondido. Gaspar mantenía un romance secreto con Irene, y los desprecios constantes de su marido, junto con el entramado que desencadenó el aborto de la hija del duque, hicieron mella en la joven, llevándola incluso a intentar quitarse la vida.

Con ayuda, Matilde logró salir adelante y, en el camino, encontró en Atanasio, el galeno, el apoyo que necesitaba, sin esperar que su relación se convirtiera en un bonito romance. Sin embargo, aunque ella había aceptado que su marido mantuviera su relación con Irene, y él le había dado permiso para hacer lo mismo, tardó en rendirse a los brazos del galeno. Pero cuando lo hizo, no hubo marcha atrás en su matrimonio. Gaspar, celoso de que su mujer tuviera un pretendiente y hundido por la noticia de que Irene era su hermana, le pidió a Matilde que apostaran por su matrimonio, pero ella se negó. Ya no estaba enamorada de él y no estaba dispuesta a pasar por lo mismo. Y él tuvo que aceptarlo.

Es a esta negativa a la que doña Victoria se agarra para echar a Matilde del valle. Entonces, ¿qué opciones le quedan a Matilde?

Nueva doncella personal en la casa grande

Partiendo del supuesto de que Gaspar no dejó testamento alguno que protegiera a Matilde en esta situación, la joven podría buscar empleo como doncella personal en la Casa Grande. Recordemos que, en su momento, ya trabajaó como doncella de la señorita Irene, y dada la relación de «amistad» que terminó uniéndolas Gaspar, la hija del duque podría posicionarse a su favor y ofrecerle un trabajo para que Matilde pudiera permanecer en el valle.

Además, si en algún momento Victoria decide mudarse a la Casa Grande, podría necesitar también los servicios de una doncella personal, y quién mejor que Matilde para ese puesto.

A colación de esto, la primera vez que doña Victoria le comunicó su decisión al duque, este no la vio tan afectada como su prometida, ni consideró necesaria la expulsión de Matilde del valle. Sin embargo, José Luis intenta apoyarla, y dudo que la confronte o intente hacerla entrar en razón por un asunto menor para él.

Una boda in extremis

Atanasio, quien ahora trabaja como secretario personal del duque, podría proponerle matrimonio a Matilde con la esperanza de convertirla en su esposa y evitar su «desahucio» del valle. Sin embargo, esta opción resulta algo rocambolesca, dado el tiempo en que tradicionalmente se guardaba luto antiguamente, y que tanto Raimunda como Victoria no se lo pondrían nada fácil a corto plazo.

Además, esto promete ser una trama de largo recorrido en ‘Valle Salvaje’ que podría dar mucho de sí, y ventilársela en tan poco tiempo no muy factible. Así que, aunque es una opción sobre la mesa, parece que tendremos que esperar aún bastante para ver a Matilde y Atanasio juntos en matrimonio —si es que se da el caso.

Esto también podría ocurrir en caso de que Matilde quede en cinta. Aunque también está el supuesto de que quiera hacerlo pasar a vista del resto por hijo de Gaspar para mantener su posición en la casa pequeña, pero de igual manera, es otra teoría rebuscada.

Una amenaza silenciosa para doña Victoria

La teoría que más me convence es que una mano amiga rompa una lanza por Matilde y se enfrente a doña Victoria para que ella pueda quedarse en el valle. Y esa mano no puede ser otra que Isabel. Aunque cualquiera en la casa pequeña estaría dispuesto a defender a Matilde, el aya no solo es una de las amigas de la joven, sino la única que conoce el plan del marqués y de doña Victoria para apoderarse del valle y acabar con Pedrito. Isabel sabe que si doña Victoria no tiene a su hijo en casa, es por culpa de ella y de José Luis —aunque más de él, ya que ella intentó convencer al duque de frenar el asesinato de su sobrino.

De forma directa o indirecta (a través de notas, anónimos, o métodos similares), Isabel podría hacerle saber a Victoria lo que realmente ocurrió en la casa pequeña la noche del baile de máscaras y responsabilizarlos de lo sucedido, si no desiste de su intento de echar a Matilde de ‘Valle Salvaje‘.

Habrá que estar pendientes los próximos días para conocer cuál será finalmente el destino de Matilde en ‘Valle Salvaje’ y si Victoria le permitirá quedarse en la casa pequeña o tendrá que mudarse.

¡Tampoco te pierdas nuestras entrevistas con Marco Pernas, Rocío Suárez de Puga y Nacho Olaizola, Alejandro Bordanove y Loren Mairena, Emma Guilera, Mari Paz Sayago e Iván Renedo, Toni Salgado, Miren Arrieta y Mateo Jalón protagonistas de ‘Valle Salvaje’!

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