
Una historia real que conecta con el corazón: adopciones irregulares, memoria enterrada y una hija marcada por el fuego de Armero
Reseña / Opinión de la película ‘Hija del Volcán’ de Jenifer de la Rosa Martín. Estreno en cines el 23 de mayo.
Jenifer De la Rosa dirige y protagoniza ‘Hija del Volcán’, una película que narra la investigación sobre su proceso de adopción. Nacida en Manizales (Colombia), busca reencontrarse con su madre treinta años después. La búsqueda de Jenifer nos habla de adopciones irregulares y lentitud institucional, pero también de la necesidad de encontrar elementos estables en una época en la que la identidad se halla en riesgo permanente de descomposición.
La tragedia del volcán de Armero
La tragedia del volcán de Armero en 1985 marca el comienzo de la biografía de Jenifer y da nombre a la película, Hija del Volcán. Aquel desastre natural, sumado a una gestión política deficiente, provocó millares de muertos y la disolución forzosa de muchas familias. Su primer año y medio de vida, hasta que fue adoptada y traída a España, transcurrió en medio de ese caos. A la amnesia infantil, propia de los primeros años, se suman el olvido institucional —el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar no conserva registros de aquella época— y la tediosa lentitud burocrática.
Jenifer, en colaboración con la Fundación Armando Armero, viaja a Colombia en busca de algún resquicio que le permita reconectarse con sus orígenes biológicos. Lo encuentra, parcialmente. Si la historia ha despertado tu interés, no tienes más que ver ‘Hija del Volcán’, que se estrena este mismo viernes 23 de mayo.
La identidad y el volcán
El cine, como la literatura, no se limita a contar historias, también nos permite interrogarnos sobre ellas. No es raro que una historia personal, como la de Jenifer, remita a cuestiones estructurales: la gestión política del desastre, la descomposición familiar o la inoperancia de las instituciones. Hija del Volcán plantea una pregunta central, ¿qué significa hoy tener una identidad?
En una época de identidades múltiples y fragmentarias, donde la filiación ha sido desplazada por la autodefinición, la búsqueda de los orígenes se convierte en un mecanismo de defensa. Escribía hace unos días Santiago Alba en El País que “la cultura y la historia dejan hoy a los individuos menos libertad que la naturaleza”. Escucho el eco de sus palabras en la necesidad de Jenifer de reencontrarse con su origen biológico.
Hija de su época, Hija del Volcán
Sin ánimo de desvelar nada que el lector no pueda imaginarse, todo apunta a que no fue tanto el ímpetu natural del volcán como la fragilidad del entorno social lo que llevó a la madre de Jenifer a separarse de su hija. Jenifer es hija de su época: una época marcada por la volatilidad. Una época líquida, diría Bauman. No es de extrañar que busque agarraderas. No es de extrañar que, más que hija de su época, aspire a ser la Hija del Volcán.