
Crítica ‘La fuente de la eterna juventud’. El pluriempleado Guy Ritchie nos entrega una sencilla cinta de aventuras a través del mundo
Reseña / Opinión de la película ‘La fuente de la eterna juventud’. Estreno el día 23 de mayo en Apple TV+.
La historia ha sido profunda y continuamente manipulada a lo largo de la misma. Quizás haya sido ella misma la culpable de esto. O quizás haya sido el ser humano quien, ávido de conocimiento, ha decidido desde tiempos inmemoriales rellenar con fantasía los recovecos a los que el conocimiento no ha llegado aún. Pero hay formas y formas de manipular y solo una es digna de codearse con la Historia: la ficción. Si tuviésemos que enumerar las películas que fantasean con la historia, no acabaríamos nunca. Pero se podría acotar y decir que solo dos tienen relación directa con ‘La fuente de la eterna juventud’. Tres tótems del cine de cazarrecompensas: ‘Indiana Jones‘, ‘La Momia’ y ‘La búsqueda’
En este nuevo ejercicio de agradable manipulación histórica con fines de entretenimiento, viajamos alrededor del mundo de la mano de Guy Ritchie para encontrar uno de los mitos que más han perpetrado su leyenda a lo largo de la historia, el de la fuente de la eterna juventud. Ese lugar del que emana un líquido que ofrece poco menos que la inmortalidad. Para ello, la nueva película de Apple TV+ cuenta con estrellas mundiales reconocidas de la talla de John Krasinski, Eiza González o Natalie Portman.
‘La fuente de la eterna juventud’: Película plantilla
No hay nada que sorprenda en el desarrollo de ‘La fuente de la eterna juventud’, lo cual no quiere decir algo estrictamente malo, simplemente es una realidad que caracteriza su misma base conceptual. Digamos que la falta de originalidad no tiene por qué suponer un problema siempre y cuando en tu fórmula se apele a una curiosidad ancestral del ser humano. Esto es algo básico de lo que partir. El resto, lo que viene siendo la sentencia sobre la calidad de la obra, dependerá de la pericia técnica con la que se narre algo que ya hemos visto mil veces. Porque las historias sobre la búsqueda de un tesoro son tan antiguas como la propia escritura.
Es decir, lo que tenemos aquí es una estructura clásica y ya tópica del cine de aventuras. Hay que encontrar algo mientras un par de grupos de malos (que son «malos» por el hecho de serlo) persiguen al prota alrededor del mundo para encontrar el instrumento mitológico antes que los «buenos» (que, a veces, no son tan buenos como parecen). Todo ello desembocando en un estruendoso tercer acto que ocurre en un lugar históricamente relevante. La película, sin duda, da lo que ofrece.
En ‘La fuente de la eterna juventud’ no importa el qué, sino el cómo. Ella sabe bien cuál es su target y huye de sesudas lecciones de historia que contextualicen la realidad que verdaderamente existe alrededor del mito. Con ver una escena donde los personajes buscan en una biblioteca ya basta. Y si se pelean dentro de la biblioteca, mejor que mejor. Es una película que tiene claro qué clase de espectáculo quiere dar.
La fuente del eterno dinero de Apple
Sin haber acudido a datos oficiales, me atrevería a decir que ‘La fuente de la eterna juventud’ no ha sido una película barata. No es ese tipo de películas de serie B que surgieron tras la fiebre de ‘Indiana Jones’ y que, por su presupuesto ajustado, encerraba a sus protagonistas en acartonadas bibliotecas. Aquí tenemos una aventura que sale al exterior y que viaja por tierra, mar y aire. Y que en los interiores hay un cuidado diseño de producción que los hace ver reales. Parece que ciertamente hemos visto una sala de una pirámide de Egipto o que hemos visitado un el interior de un barco hundido.
Su parte más relacionada con la historia o la arqueología es una fantasmada que comulga con los tiempos hiperbólicos en los que vivimos. Lo cual, de nuevo, no quiere decir nada malo porque la película es honesta consigo misma y con el espectador en todo momento. Puestos a tratar un mito, qué mejor que adaptar la búsqueda de este a nuestros días y fantasear a lo grande. ¿Reflotar un barco hundido mediante flotadores? Una estupidez supina. Pero una fantasía que bien podría ser el sueño húmedo de cualquier arqueólogo. Y, por ende, la película hace gala de un sentido de la aventura puramente gozoso.

Una ¿saga?, que sabe bien lo que funciona
Como hemos mencionado anteriormente, ‘La fuente de la eterna juventud’ tiene tres claros referentes a los que saquea (nunca mejor dicho) sin vergüenza alguna: ‘La búsqueda’, de la que toma el sentido del ritmo en la parte más «bibliográfica», de recopilación de datos, ‘Indiana Jones’ de la que hereda ese sentido de la aventura y ese sucederse de peligros alrededor del globo, y, por último ‘La Momia’, la cual insertó en la mente de millares de niños la idea de que la egiptología molaba más que cualquier otra cosa. Y, de todas ellas, coge la idea de un apuesto protagonista con cargas familiares y con tensión sexual hacia una de las coprotagonistas. Pero esto aquí es lo de menos, pues en la película de Ritchie los personajes solo son instrumentos para plasmar una aventura.
En definitiva, ‘La fuente de la eterna juventud’ es una película endiabladamente entretenida si no le buscas los tres pies al gato. Y si lo haces, también disfrutarás, pero no estarás exento de torcer el morro en al menos en un par de escenas. Y todo esto se puede resumir en que es la película perfecta para una sobremesa del domingo.
