
Tras el éxito de ‘Your Sky’, en ‘Your Sky of Us’ vemos el crecimiento, así como las dificultades a las que se enfrentan Muenfah y Teerak
Crítica ‘Your Sky of Us’. «Soy posesivo contigo. Aunque sé que no vas a ir a ningún lado, sigo siendo posesivo y celoso», le confiesa Teerak a Muenfah, después de contestar una llamada en el celular de su novio, solo para descubrir que su ex lo llama, en plena noche, para invitarlo a una fiesta. Como era de esperarse, no dudó en salir del cuarto y escapar hacia la azotea, donde comenzó a hacer taichí para calmarse, hasta que Fah llega para aclarar la situación. Curiosamente, los papeles se invirtieron: más temprano, en el mismo episodio, vimos a Muenfah celoso por la forma en la forma en las atenciones que un “amigo” le prodigaba a su amado.
Tras el éxito de ‘Your Sky’ y siguiendo la tradición de Mandee y Domundi de presentar episodios especiales como extras, con poco más de un mes de diferencia se transmitieron tres capítulos adicionales, bajo el título de ‘Your Sky of Us’, en la que nos adentramos más en la relación de Muenfah y Teerak. Sí, es cierto que tanto ellos como sus amigos acabaron felices celebrando su amor con la llegada del año nuevo, pero ¿qué pasó después? ¿El amor puede seguir para siempre o cambia con el paso del tiempo?
Después del felices para siempre
Un año y medio después de los acontecimientos de ‘Your Sky’, regresamos a la vida de Muenfah (Thomas) y Teerak (Kong). A diferencia de la secuencia lineal que vimos en el pasado, se nos presentan tres momentos importantes de su vida: Fah planeando el cumpleaños de su novio —con dudas y apoyo de sus amigos—, los celos por parte de ambas partes cuando personas de su pasado se aparecen y ponen a prueba lo sólida que es su relación y, por supuesto, qué pasará con ellos cuando terminen la universidad, pues el padre de Muenfah quiere que su primogénito se familiarice con el negocio y lo convoca en Singapur para que gane experiencia.
Por otra parte, vuelven viejas caras conocidas: Real (Auau) y Hia (Save) ya son oficialmente novios, ¿pero cómo le va a dos chicos tan obstinados como ellos en la convivencia diaria? ¿Y qué fue de Lee (Por) y Klai (TeeTee)? Cada vez se muestran más íntimos, pero eso no necesariamente implica que hayan formalizado su relación, ¿o sí? Lo único que tenemos claro es que Babe y Dom siguen siendo una pareja sólida.
‘Your Sky of Us’, o un regalo para les fans
No todas las segundas partes son buenas y era inevitable que ‘Your Sky of Us’ generara opiniones divididas en las audiencias. Revisemos con atención algunos elementos que pueden ayudarnos a tomar postura en el tema. Primero, es evidente que con solo tres episodios —con diez minutos menos de duración que su antecesora—, no se podía tener el mismo desarrollo ni profundidad en las historias. Además, en un intento por presentar algo nuevo, se optó por mostrar historias cuya correlación no es tan evidente, así que esta secuela más bien parece una recopilación de ideas que no fueron incluidas en el corte final.
En este tenor, aunque el ritmo no decae y se mantiene la unicidad del tema durante cada episodio —los celos son algo que en el episodio dos afectan a todas las parejas que tienen tiempo en pantalla—, los capítulos son tan breves y se esfuerzan tanto por seguir la lógica tradicional de los episodios especiales del género (un gran acto de amor, celos y finalmente dos chicos enamorados), que no da tiempo de que se sienta que verdaderamente pasó algo. Y curiosamente, el nivel de los actores de reparto fue inferior que en ‘Your Sky’ —la escena de la persecución en esta secuela no solo es inverosímil, raya en lo malo y eso que antes todos demostraron su habilidad para simular que corrían)— lo que desluce el producto final.

A eso se suman decisiones ejecutivas cuestionables: la pareja principal es la de Muenfah y Teerak, la secundaria es la de Real y Hia y, hacia el final de ‘Your Sky’ se mostró una tercera que quedó en el aire, por su apresurado desarrollo y, sobre todo, porque no hubo una declaración amorosa, a pesar del claro interés entre Lee y Klai. El problema no es que se haya dado más tiempo a la pareja terciaria que a la secundaria, porque era una oportunidad para afinar unas de las tramas peor tratada en la antecesora, sino que ni así tuvimos desarrollo de estos personajes: más allá del beso que les seguidores exigían, seguimos sin saber nada más de ellos, Klai quedó como personaje de reparto y Lee definido como hermano de Fah. Y no me hagan empezar con el último número musical, al que le faltó bastante ensayo, pero que demostró que hay talento para que ciertos actores formen parte de un grupo.
¿Esto quiere decir que esta es una mala secuela? No necesariamente. Significa que todos estos detalles se debieron a que Khia Nathawat —quien dirigió ambas partes— intentó innovar sobre su propia producción. Está claro que tenía un concepto, sabemos que su técnica no es perfecta, pero es más que correcta, entonces, ¿qué falló? El gran problema fue la ejecución: abrió demasiadas puertas y no las cerró satisfactoriamente. Además, por la lógica del material, quedaban mejor mini historias de diez minutos, en las que todos pudieran brillar.

A pesar de eso, está claro que Nathawat escuchó a les fans de la ficción y dio todo lo que le pidieron: más de las interacciones entre Muenfah y Teerak en contextos muy específicos. Vimo novios celosos, un Muenfah dominante, un Teerak atrevido… Además, no debemos olvidar que nada en el universo de esta ficción está pensado para ser un gran drama, algo subido de tono ni una serie profunda: solo es para pasar el rato y divertirse. En este sentido, cumple su objetivo: vemos novios universitarios siendo novios universitarios, transitando hacia la adultez y con inquietudes, deseos y dudas típicas de la edad (el futuro del amor, perder al ser amado, querer sorprenderlo, etc). Y esos momentos, sumados a la increíble química que tienen Thomas y Kong hacen que este especial sea digno de ver.
Valoración
Aunque sin la habilidad y frescura de su antecesora, ‘Your Sky of Us’ es un regalo para les seguidores de este universo de ficción. La ternura sostenida y la increíble química de sus protagonistas arrancan más de una sonrisa.