Con solo 12 años, el joven actor español comparte cómo vive el reto de una serie diaria, el apoyo de su familia y los sueños que quiere conquistar
Con una sonrisa que contagia energía y una agenda de rodajes que impresionaría a cualquier adulto, Iván Renedo se ha ganado un lugar en el corazón de los espectadores españoles. A sus 12 años recién cumplidos en enero, este madrileño interpreta a Pedrito en ‘Valle Salvaje‘, una de las producciones más ambiciosas de la televisión nacional.
En una conversación cercana, Iván revela cómo pasó de acompañar a su hermano Víctor a un casting a convertirse en un actor que graba casi a diario. “Desde mi primer anuncio supe que quería ser actor, porque me lo pasaba muy bien, nunca me aburría”, recuerda con la naturalidad de quien ha encontrado su vocación desde pequeño.
Una carrera que comenzó a los cuatro años
El gusto por la actuación surgió cuando su hermano empezó a rodar. “Yo decía: ‘¿Por qué a mí no me llaman?’. Mi madre me inscribió en una agencia y ahí descubrí lo que era actuar: ir a rodar anuncios y películas, jugar a disfrazarse… Me encantaba”.
Desde entonces ha participado en películas como ‘Malasaña 32‘, ‘El hombre del saco‘, ‘El universo de Óliver‘ y en anuncios como el último de El Corte Inglés, donde “los efectos especiales eran superguay, con una boca a tres metros del suelo”, una experiencia que le despertó las ganas de rodar una película de acción.
El desafío de una serie diaria
Grabar Valle Salvaje exige constancia: “En las series diarias estás todo el rato estudiándote el texto, esperando a las vacaciones”. Aun así, no se queja: “Al final vale la pena porque te ves en la tele, ves el resultado con tus compañeros y es genial”.
Lleva dos años de rodaje, algo que para él es todo un récord: “Estaba acostumbrado a tres meses de una peli, pero aquí ha sido larguísimo”.
Pedrito: mitad niño, mitad hombre
Su personaje lo tiene fascinado: “Pedrito empezó siendo el niño pequeño y va a acabar siendo el duque de Valle Salvaje”. Lo describe como “mitad mayor, mitad niño, porque ha hecho muchas cosas valientes aunque a veces tiene miedo”. Incluso imagina su futuro: “Sería un duque bueno. Dejaría entrar a todos y mandaríamos entre todos”.
Aprendizajes y emociones
Iván Renedo confiesa que llorar era lo más difícil para él hasta que rodó ‘El hombre del saco’: “Allí me enseñaron a cómo llorar, ahora se me da genial”.
Lo que más le cuesta ahora es “enfadarme, porque en el rodaje nunca tengo razones para enfadarme”. También destaca que en Valle Salvaje ha aprendido “a memorizar textos larguísimos en solo dos días”.
Familia: su mayor apoyo
Su familia es clave en su carrera. “Si mi familia no me ayudara, no me sabría los guiones, no podría actuar”, afirma. Su madre le ayuda con el acting, su padre le lee los textos, y su hermano es su inspiración para las emociones: “Siempre que tengo que mostrar una emoción pienso en él: si es enfado, algo que me haya hecho enfadar; si es tristeza, algo que me pondría muy triste”.
Más allá de la actuación
Aunque su corazón pertenece a la interpretación, Iván tiene otros hobbies: “Me encanta crear videojuegos y hacer cómics. Quiero publicar un cómic o desarrollar un videojuego, aunque mi trabajo será este”. También disfruta tocar instrumentos: “Lo único que sé tocar es un poquito de la flauta, pero me gusta todo lo relacionado con el arte”.
Reconocimiento y fans
La fama la vive con naturalidad: “Hay gente que se me queda mirando y me pregunta: ‘¿Tú eres Pedrito de ‘Valle Salvaje‘?’ y me gusta que pase de vez en cuando”. Agradece que lo reconozcan “lo justo para que me guste”.
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