Tras el éxito de ‘Culpa Nuestra’, la actriz vive su mejor momento personal y profesional. Habla de sus aprendizajes, sus próximos proyectos —incluido un thriller y un western—, y de cómo ha aprendido a disfrutar del camino sin perder su esencia

Gabriela Andrada sonríe cuando dice que está feliz, pero no es una frase vacía. “Estoy logrando un sueño que jamás creí que pudiera hacer realidad”, asegura con una sinceridad desarmante. Tras conquistar al público con su papel de Sofía en ‘Culpa Tuya’ ‘Culpa nuestra’, la trilogía de Prime Video basada en las novelas de Mercedes Ron, la joven actriz vive una etapa de crecimiento y autoconfianza: “Por primera vez siento que estoy donde tengo que estar”.

Su carrera, que comenzó hace seis años, ha sido un viaje lleno de curvas, pero también de aprendizajes. “He tropezado con muchas piedras, y sé que me quedan más. Pero me parece parte de la vida. Ya no quiero esquivarlas, quiero aprender de cada una”, dice con brillo en los ojos.

“Culpa fue mi salvavidas”

Gabriela no tiene reparos en hablar del punto de inflexión que marcó ‘Culpa’. “Fue un regalo en el momento justo”, recuerda. “Venía de un accidente de coche, sin representante, sin dientes, volviendo a casa de mi madre y sin saber si había elegido bien mi camino. Y de repente, llega este personaje tan bonito…”.

Esa vulnerabilidad se transformó en fuerza. “Sofía me enseñó a tener paciencia y a aceptar las cosas como vienen. Era lo que necesitaba: un personaje fuerte, elegante, sereno, cuando yo por dentro era puro caos”. Con emoción, confiesa: “Me siento muy agradecida porque la serie me rescató. Me devolvió la ilusión”.

Entrevista a Gabriela Andrada sobre ‘Culpa Nuestra’, ella y proyectos futuros

Me veo más guapa, más tranquila, más amiga de mis amigos

El éxito la ha pillado con los pies en la tierra y una nueva mirada sobre sí misma. “Estoy en una racha muy buena. Me veo más tranquila, más guapa, más feliz. Y, sobre todo, más amiga de mis amigos”, cuenta entre risas. Esa madurez emocional es fruto de su crecimiento personal: “Antes era muy dura conmigo misma. Hoy sé que no hace falta castigarse para mejorar. Me trato con más cariño”.

Y aunque reconoce que sigue siendo autoexigente, lo vive desde otro lugar: “Ahora confío en que lo que he aprendido está dentro de mí, sin tener que machacarme ensayando hasta el agotamiento. Ya sé dónde están mis botones como actriz y como persona”.

Gabriela Andrada: De Sofía me llevo la templanza. Ella de mí, la dulzura

Hablar de ‘Culpa’ es hablar de un fenómeno generacional. Los fans la adoran —y algunos, la critican—, pero Gabriela se lo toma con humor. “Lo de ser odiada en redes dura dos telediarios. Cuando vean la tercera, todos van a amar a Sofía. Estoy segura”, dice riendo.

Gabriel Andrada valora cómo la historia rompe con los clichés de rivalidad femenina. “No queríamos que Noa y Sofía fueran enemigas. Ambas son víctimas de las circunstancias. Ese mensaje me encanta: no culpemos a otras chicas por los dolores que nos dan los muchachos”.

Y añade, emocionada: “De Sofía me llevo la templanza. Ella de mí se lleva la dulzura. Me permitió hacerla más cercana, más cálida”.

Gabriela Andrada y Gabriel Guevara en Culpa Nuestra y Culpa Tuya

Nunca pensé que haría una peli de vaqueros

Después de cerrar la trilogía de ‘Culpa’, Gabriela se lanza a un reto inesperado: protagonizar ‘Trinidad’, una película que mezcla western clásico, comedia y acción. “Nunca pensé que haría una peli de vaqueros, pero aquí estoy, montando a caballo y con pistolas”, bromea. “Es una locura preciosa, una mezcla entre Tarantino y los westerns de toda la vida”.

La actriz se muestra entusiasmada con su papel: “Trinidad’ es una mujer fuerte, libre y sin filtros. Me encanta interpretar a personajes donde la feminidad no es la carta de presentación, sino la profundidad”. Y asegura que, pese a las diferencias, hay algo suyo en cada papel: “En todos los personajes dejo algo de mí. Y, sin querer, todos me enseñan algo nuevo sobre quién soy”.

Su proceso actoral: “A veces sigo siendo el personaje fuera del set

Gabriela Andrada no oculta su entrega total cuando actúa. “Me mimetizo con mis personajes. Me empapo de su forma de hablar, caminar o mirar”, explica. “A veces me cuesta deshacerme de ellos. Después de ‘Trinidad’ seguía vistiéndome como cowboy durante semanas”.

Su método es intuitivo, más emocional que técnico. “No tengo formación de método, pero sí recojo cosas inconscientemente. Al final, si conectas con la verdad del personaje, todo fluye”.

Gabriela Andrada, Paz Vega y Karla Sofía Gascón en 'Trinidad'
Gabriela Andrada, Paz Vega y Karla Sofía Gascón en ‘Trinidad’

A donde vayas, sé buena persona

Entre rodajes, pruebas y promociones, Gabriela Andrada repite una frase que le define: “A donde vayas, sé buena persona. Eso te mantiene”. “Hay mucho talento ahí fuera. Pero la gente que quiere volver a trabajar contigo, lo hace por cómo la hiciste sentir. El entusiasmo y la humanidad pesan más que cualquier casting.

Durante el rodaje de ‘Trinidad’, aprendió a apoyarse en su equipo: “Los técnicos te ven todo el día. Un operador de cámara me dio un consejo para moverme mejor frente al raíl y la escena quedó increíble. Esa complicidad hace que el trabajo sea más humano”.

Su familia, su ancla y su brújula

Gabriela Andrada habla con ternura de su familia. “Mi madre es mi mayor asesora y mi refugio. Trabajó muchos años en televisión, así que entiende perfectamente la presión y me da consejos con los pies en la tierra”. También se derrite al hablar de su hermano: “Es mi amor absoluto. Hace acrobacias, boxeo, esgrima… me da miedo y orgullo a partes iguales”.

Y entre risas, añade: “Mi madre siempre tiene razón. Me avisa de cosas que luego pasan. Las madres son brujas sabias”.

Gabriela Andrada: “En esta profesión estás o al cero o al 120

El ritmo de la industria no da tregua, y Gabriela Andrada lo sabe. “O no tienes nada o no tienes tiempo ni para dormir. Es o el cero o el 120”, dice entre carcajadas. “Hay momentos de locura total, y otros de silencio. Pero he aprendido que ambos son necesarios”.

En verano, una lesión le obligó a parar. “Me aplasté un disco lumbar intentando montar a caballo. El médico me dijo: ‘Ponte fuerte’. Así que me puse seria con el gimnasio. Me mandó hacer glúteo y abdomen, que son los músculos que protegen la espalda. Me lo tomé como un nuevo reto”.

La actriz protagonista de Trinidad y Culpa Nuestra.
Gabriela Andrada. Foto: Dani Piedrabuena

Me encanta el estrés, la adrenalina, pero también la calma

Gabriela Andrada se describe como una amante del movimiento, pero consciente del valor de la pausa. “Me encanta la adrenalina del rodaje, esa sensación de estar viva. Pero también estoy aprendiendo a disfrutar del silencio, de mirar al techo y no hacer nada”, confiesa. “A veces me cuesta reconectar conmigo después de un rodaje, porque te metes tanto en la historia que se te olvida qué te gustaba hacer los domingos”, añade entre risas.

Gabriela Andrada: “Estoy viviendo mi mejor versión

Al final de la charla, su voz suena cálida, firme y llena de ilusión. “Me caigo, me levanto y sigo. Me siento viva, con ganas de todo”, dice. “Estoy viviendo mi mejor versión. Y si puedo inspirar a alguien con eso, ya me doy por satisfecha”.

No hay pose en sus palabras, solo verdad. La de una actriz que, sin culpa y sin miedo, ha aprendido a brillar desde su autenticidad.

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