
12 capítulos que van saliendo poco a poco, dejando al público con la miel en los labios, una sensación de insatisfacción constate y una extraña mezcla entre la tristeza y la excitación.
Reseña | Opinión ‘Normal people’ con Paul Mescal y Daisy Edgar-Jones.
Estrenada en Movistar+.
Llega a Movistar+ ‘Normal people’, la serie basada en la novela homónima de Sally Rooney, que lanzó en exclusiva en 2020, Starzplay. Esta serie supuso una revolución para la carrera cinematográfica de Paul Mescal, gracias a su impresionante papel de Connell Waldron. La historia no solo ofrece una mirada íntima a la complejidad de las relaciones humanas, sino que también se sumerge en el amor, vulnerabilidad y la identidad de uno mismo.
Vamos a profundizar con nuestro análisis, impresiones y opiniones de ‘Normal people’, la serie irlandesa de Paul Mescal y Daisy Edgar-Jones.
‘Normal people’ es la serie que catapulta a la fama al joven actor irlandés Paul Mescal (‘Desconocidos‘), con el que ganó el BAFTA TV Awards a Mejor Actor y Critics’ Choice Awards. Además de innumerables candidaturas. ¡Y cómo no! Este actor es el séptimo arte en sí mismo, conforma un talento innato que hace al espectador viajar entre la ternura, la tristeza, la melancolía y la excitación en cada capítulo.
Connell, un joven inteligente y reservado que se enamora de Marianne, interpretada por Daisy Edgar-Jones (‘Fresh‘). La química entre los dos actores es innegable, lo que hace más rico el texto y llena la narrativa de autenticidad y realismo. ¿A quién no le han salido corazoncitos de los ojos viendo a esta pareja? Se vive desde un voyeurismo romántico muy especial, que no quieres que termine.

La trama en una idílica Irlanda
‘Normal people’ es una serie que se adentra de forma completa en el amor y la comunicación entre los dos personajes protagonistas. Su foco moderno y actual, muestra las expectativas sociales, el miedo al rechazo y cómo la falta de comunicación puede afectar una relación, tanto de pareja como familiar. Vemos en los capítulos cómo se aborda el acoso escolar, los problemas de la adolescencia y la salud mental. Todo ello narrado de una forma perfecta, sin hacer de cada uno de los temas algo manido.
La conexión entre los dos protagonistas es un campo de batalla emocional. Sus inseguridades provocan en el espectador un viaje apasionado y una exploración de las mentes de dos personas que luchan por amar y por encontrar su lugar en el mundo.
‘Normal people’ teletransporta al espectador por localizaciones que respiran vida. Se trata de una experiencia visual diferente a lo que estamos acostumbrados. Paisajes que aportan más belleza a la narrativa, como parte de un significado simbólico. La costa como forma de desahogo, los campos verdes que ayudan a perderse en ellos.
En contraposición con Dublín, Trinity College y sus calles. Una ciudad llena de gente, que refleja el bullicio de la juventud, donde los personajes exploran la edad adulta. Contrasta con los paisajes rurales que dan una sensación de tranquilidad y aislamiento tan necesarios.
La sexualidad realista
‘Normal people’ afronta la sexualidad en el contexto de la juventud actual. No teme en adentrarse en las complejidades de las relaciones íntimas, con una visión realista y sin tabúes.
Connell y Marianne exploran la experimentación, la confusión y vulnerabilidad que rodea al sexo. Adentrarse en ello es un cambio positivo en la manera en la que abordan los límites, a través de una conversación sobre el consentimiento, el placer mutuo, los nudes y cómo tratarlos.
Todo ello, contribuye a normalizar la importancia de un diálogo honesto sobre las relaciones íntimas y promueve la cultura del respeto y entendimiento.

‘Normal people’ representa una evolución de la narrativa audiovisual al presentar escenas de sexo con una igualdad de desnudos entre ambos protagonistas. Algo que es de agradecer por el público femenino. Porque, a nadie amarga un dulce. La interpretación sensible y cautivadora de Paul Mescal, a través de sus silencios y gestos logra transmitir una gama completa de emociones, que va ligada a su actuación en cada una de las escenas de cama. ¡Menudo talento!
No puedo no dejar de hacer mención esos desnudos, a esa silueta esculpida por los dioses, que evoca a la escultura ‘El rapto de Proserpina‘, mármol de carrara cincelado por el mismísimo Bernini. Ese perfil romano acuñado en las monedas antiguas. Esos planos de su cuello, esos de sus labios y manos. Vemos lo mismo que Marianne y nos gusta, evidentemente.

En definitiva, ‘Normal people’ no solo desenmaraña las dificultades de las relaciones humanas. Desafía los estereotipos convencionales, junto con una mirada honesta de las emociones y deseos que provoca involucrarse en una relación seria.
Además del poderoso guion, la dirección magistral y la actuación impresionante, la banda sonora de la serie también juega un papel crucial en la creación de la atmósfera emocional. Cada canción cuidadosamente seleccionada se integra perfectamente en las escenas, intensificando la experiencia del espectador y añadiendo capas adicionales a la narrativa emocional de una historia de gente normal.