
La actriz Silvia Tortosa fallecía el pasado sábado a los 77 años
Me ha emocionado mucho la reacción del público al fallecimiento de Silvia Tortosa, el pasado sábado a los 77 años. A diferencia de los obituarios que le ha dedicado la prensa, con el titular de “musa del destape”, calificativo con el que no se sentía nada conforme. Lo ha dicho siempre, y repetido en varias de sus últimas entrevistas. “Le han denominado como musa del destape durante la Transición. ¿Acepta el calificativo?”, le preguntaba el diario La Razón. “No. Yo hice muy pocos desnudos, y muy discretos y cuidados, en comparación con los muchos que hicieron otras actrices. Algunos muy «agresivos· y que sobrepasaban los límites de los cánones. Me pregunto por qué yo aparezco en la lista y las otras no”, respondió ella. (Año 2022. No me ha costado nada buscar en Google su nombre y leer la primera pregunta de la primera entrevista que he encontrado).
Por supuesto, ni merece la pena ponerse a responder a todos aquellos que, a diferencia de la discreción con la que llevo Silvia Tortosa su enfermedad y los diversos temas personales que, para ella, y su círculo, deberían haberse quedado, han hecho varias horas de televisión y titulares tendenciosos hablando de todo lo que la actriz siempre guardó a buen recaudo. No entiendo la necesidad de noticiar algo tan personal como los últimos momentos de una mujer que nunca hizo alarde de su privacidad (ni aunque lo hubiera hecho).
Colegas, tenemos más 60 años de carrera con la que rendir tributo a una mujer, tan sumamente importante, como ella. ¿De verdad tenemos que tirar de tales episodios tan íntimos para estirar el chicle?

“Momento Tortosa”
Sábado, y santo. Hace ya una semana que, hacia las doce del mediodía, leía perplejo la publicación de Tony Aliaga, su representante, en la que anunciaba el fallecimiento de la actriz. En su Barcelona natal, se marchaba Silvia Tortosa, “tras una dura lucha contra el cáncer, que ha llevado con máxima discreción”. Recalco la cita: “Máxima discreción” (lo digo por todo esto de antes).
Permanecí perplejo a la noticia, en cierto modo, me afectó, como creo que sucedió con muchos de los que hemos crecido con ella. La periodista Valeria Vegas rescataba en su perfil de Instagram una muestra de fotografías de la actriz catalana y lo acompañaba con: “Todo el mundo tiene un momento Tortosa”. Es exactamente eso: una mujer generacional, que para varias generaciones ha sido rostro de esos recuerdos televisivos de los que tan grato recuerdo guardamos. Habrá quien le recuerde en ‘Aplauso’ o como miembro del reparto de ‘Pánico en el Transiberiano’ (de ahí que últimamente varios festivales de terror le rindiesen el tributo que merecía). Puede que os suene de películas como ‘Pisito de solteras’ (repuesta varias veces en Cine de Barrio), ‘Asignatura pendiente’ o ‘Tobi’; o quizás hayáis visto algún video de ‘En casa contigo’, el magazín que presentaba en Youtube.
Bueno, de hecho, tengo que confesar que para varias recetas que hice hace algún tiempo, no consulté libros de cocina ni acudí al programa de Arguiñano: me vi uno de Silvia Tortosa en la cocina de su casa explicando como se hacía no sé qué (una mermelada, creo que era).
El milagro de la Tortosa
Defino como milagro (nunca mejor dicho, teniendo en cuenta estas fechas) el que aquí, en Los Lunes Seriéfilos, estuvimos a punto de entrevistarle. Un servidor pudo hablar con ella y fijaros cómo porque la anécdota es maravillosa (el recuerdo que uno se lleva de la Tortosa). El verano pasado logré por fin comprar online, en una librería de segunda mano, sus memorias ‘Mi vida oculta’. Recibo el volumen perfecto, prácticamente nuevo, y dedicado (¡éxtasis!). Leo la dedicatoria, a un buen amigo, intuyo, y en la inversa me encuentro su número de teléfono. Hablé con ella a finales de año. Le pedí una entrevista. Me sorprendió su reacción: noté que se emocionaba. “¿De verdad?”, me dijo. “¡Por supuesto que sí! Llámame dentro de unas semanas porque ahora estoy resfriada”. Dio las gracias, y se despidió muy amablemente.
Esa entrevista no pudo ser (escribo esto con el borrador de las preguntas que tenía pensado hacerle: creo que lo voy a guardar), pero me quedo con que esto me tenía que suceder.

Silvia Tortosa, feminista confesa, ¡reivindiquemos eso!
Esta es una de esas anécdotas que te regala esta profesión. Haber hablado, de esa forma tan fortuita, con una mujer trabajadora incansable, versátil y reivindicativa. Algo que, por cierto, prácticamente ningún medio ha destacado. Una feminista confesa, como bien he rescatado en mis redes sociales. Hay un video, que he tenido a bien compartir, donde la Tortosa habla del verdadero genocidio de la humanidad se ha hecho contra las mujeres. Una faceta igualitaria que mucha gente desconocía, y de la que ella siempre alardeaba.
Y otro video en el que recuerda sus inicios: “Yo siempre he querido hacer cine, pero tenía un problema muy grave: era mujer y nací en el 47. Entonces, que una dirigir cine y escribir guiones, que era lo que yo quería hacer, no es que estuviera mal visto, sino que no estaba visto”.
Queridos colegas de la prensa: hablemos de esto. Dejémonos de cuitas personales, idas y venidas, y amarillismo que no aporta nada: contemos cómo fue de verdad Silvia Tortosa, como Dios manda y, sobre todo, como ella merece. Descubramos a la gente quién fue, en verdad, para que pueda ser recordada como algo más que “musa del destape”.